EL PAPEL DE MI VIDA

TOMA 17

-¿Oikawa cómo va la investigación? – preguntó Arata con seriedad sobando su frente. El último mes había sido de intenso trabajo, noches de desvelo y malpasadas; aún y con todo ello tenía la certeza de que había valido la pena.

-¡Bien, jefe! hemos podido localizar a varias de las personas que aparecen en las fotografías, también descubrimos que cuatro presentan reporte de personas desaparecidas.

-Excelente, sigue por esa línea. Investiga junto a tu equipo todos los movimientos que hicieron el día antes de desaparecer – Arata alzó la voz dirigiéndose ahora a otro grupo.

-¿Cómo vamos con las declaraciones?

-Todos han declarado haber estado con Madarame san, algunos sabían que se trataba del actor, otros no, pero coinciden en el modus operandi. Los aborda en lugares de mala muerte, los lleva a un "Love Hotel", los amordaza y crea una especie de "juego S&M" al finalizar les da una gran cantidad de dinero y no vuelve a verlos – concluyó Honda.

-Hay algo más – expresó Tsukishima – No con todos intimó, la mayoría solo fueron objeto de tortura, ya que no puede llamarse de otra manera al trato que recibieron; sin embargo, los desaparecidos, así como la mujer que fue encontrada muerta tienen en común la fecha de nacimiento: día y mes.

-¿Y esa es...? – preguntó Arata, intuyendo la respuesta.

- Veinte de abril – puntualizó el detective al tiempo que cerraba la carpeta.

-¿Cuál es la relación que existe entre esa fecha y nuestro sospechoso?

-Es la fecha de defunción de su hermano gemelo, y jefe, - suspiró profundo y continuó – falta una semana para que llegue esa fecha. Si tiene una fijación con ella no sabemos qué podría hacer ese día.

-Otro dato es que el pago que se les daba a las y los prostitutos por su servicio, era otorgado en efectivo y quien lo realizaba es nada más y nada menos que el manager de este - puntualizó Numano.

-Tienes razón Tsukishima, me encargaré personalmente de ello. Numano excelente aportación. Con todo lo que han recopilado, más la denuncia y declaraciones tenemos suficiente información para llevar ante el juez el caso y que emita una orden de aprehensión. Solicitaremos que no otorgue la fianza y con ello podremos tenerlo bajo control. Buen trabajo el de todos, cada vez estamos más cerca -.Hizo una pausa prolongada, su frio perfil estaba sumido en sus propios pensamientos hilando los hechos para llegar a una resolución absoluta.

-Una semana, – dijo Arata mostrando su dedo índice en el aire – en una semana iremos por él. ¡Estemos listos!

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El hombre salía a toda prisa hacia donde le esperaba un hermoso joven. El brillo que parecía haberse extinto nuevamente volvió al rostro del detective. El fuego en sus ojos denotaba la pasión que sentía por su trabajo y el caso; puesto que, después de haber estado vagando sin rumbo, al fin podía llegar a puerto y anclar con seguridad. Volvió a mirar la hoja que sostenía con fuerza en su mano derecha y un jadeo de alivio y satisfacción salió de su boca. Ante él se encontraba aquello que había estado esperando.

-¡Shirakawa san, luce muy bien hoy! – sonrió Yoshi quien se encontraba de pie junto a la puerta del juzgado.

Arata sin previo aviso se abalanzó hacia este envolviéndolo en un fuerte abrazo, hundiendo su rostro en el cuello del menor.

-Shi...shira...kawa san...- Tartamudeó al sentir el apretón y la respiración caliente sobre su piel. Le había sorprendido, pero lo disfrutaba. Muestras de afecto de este tipo habían sido contadas desde que comenzaron a vivir juntos. Si bien el acuerdo era buscarle un trabajo y mejor lugar para vivir, ambos se habían acoplado tan bien que la búsqueda de lo segundo había quedado rezagada. Tres meses fueron más que suficientes para darse cuenta de que la admiración que sentía por el hombre que le había sacado del infierno, se había convertido en amor, el amor más sincero que había experimentado en la vida. No había besos, no había miradas de complicidad ni segundas intenciones, y mucho menos sexo. Solo ambos haciéndose compañía, intercambiando pláticas casuales, comiendo, viendo películas. Pero con cada simple acción su corazón latía frenéticamente en cuanto posaba su vista en el rostro maduro de Arata. A veces se preguntaba si no se trataba de algún complejo por no haber tenido un padre; sin embargo, su cuerpo era demasiado honesto y la excitación que le provocaba era palpable dando así fin a cualquier duda en cuanto a sus sentimientos.