Música, risas, brillos y miradas interesadas llovían por doquier en medio del festejo; en ese territorio nadie lo conocía a excepción de los reyes y Lefkó; por lo que muchas féminas y algunos tritones que habían sentido interés en el caballero que acompañaba a la princesa durante el viaje y la boda, veían finalmente una oportunidad de acercarse e iniciar una charla para comprobar si tenían compatibilidad con aquel tritón atractivo y sereno.
Sin embargo, este chico.. era un poco difícil de alcanzar... parecía notar las miradas y apenas alguien emprendía camino hacia él, este rápidamente se alejaba.
Después de varios intentos comprendieron que no estaba interesado en capturar pareja; una lástima; pero pronto lo olvidaron, aun había buenos partidos en la fiesta y muchos dragones eran atractivos; no había nada que perder.
El joven pronto fue dejado es paz.
- ¿Cuál es el disfrute de esto...? – Miro como la pareja se había logrado escapar con éxito de la fiesta y no pudo evitar agriar la mirada. – Que sencillo... Como si encontrar la felicidad realmente fuera tan fácil... - Iba a tomar otro sorbo de su copa de vino cuando notó que ya estaba vacía.
Volver al alegre lugar no era lo que quería... pero el vino de los dragones nublaba los sentidos... y lo hacía olvidar un poco la amargura de su corazón. Actualmente estaba cerca de las aguas termales y había soltado su cabello dejando a sus pies disfrutar del agua ...
- ¿Más vino? – Una voz suave y afinada se filtró por sus oídos, el idioma tenía un dejo extraño por lo que supo inmediatamente que se trataba de una dragona.
No dudo mucho en espantarla.
- No quiero animales cerca. – Dijo mirándola con molestia.
La joven parpadeo un par de veces algo desubicada, miro la bandeja en sus manos y la copa vacía del joven. Poco después se atrevió a hablar otra vez.
- Se agacho a su lado y señalo la jarra que llevaba – Vino.. – Luego señalo su copa – Le serviré un poco.
Rukh agrio la mirada su táctica no funciono. ¿Por qué los dragones eran tan serviciales...? Cuando la joven se acercó, pudo reconocer su rostro, era la misma dragona que les ofreció el brebaje cuando llegaron.
- Solo la observo servir diligentemente
- ¿Se siente solo? – Preguntó ella.
- No – Esta vez fue directo, quería que se fuera.
- Oh – Ella parecía contenta de poder haber sido entendida, su cola se agitaba, haciendo bailar levemente su falda. – Entonces mi compañía sirve un poco.
No pensaba quedarse más, se levanto bebió la copa entera la dejo en la bandeja y se fue sin mirar atrás.
Sin embargo, una vez más fue seguido.
- Parece molesto...
- No es tu asunto.
- ¿Es la princesa?
- No es tu problema ......... - Rukh se detuvo – Mi vida personal no te incumbe.
- Ah, te molesta que sean amigos. – Se acercó como si olfateara algo, irritando a Rukh que sentía que su paciencia llegaba al límite. - ¿Cómo lo llaman ustedes...? mmm
ESTÁS LEYENDO
La prisión de Zión: Libro III - Ragness
RandomEnfrentada a un suicidio para regresar a reencontrar a Mellias. Abril se vera obligada e encarar a un destino nunca imaginado.