Capítulo 15 (parte I) "Ataque"

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El resto de la velada fue viento en popa, los reyes se llevaban de forma armoniosa con los cachorros, para el encanto de Argel, las coordinaciones de fechas en las que los reyes visitaran a los cachorros y viceversa se habían planificado con la idea de prevenir invasiones no deseadas.

Durante los primeros meses todos los cachorros permanecerán con Argel, debido a que no deseaban que el incidente de "perder su propia identidad" vuelva a suceder, esto incluyó a un Lucifer muy molesto al ser entregado voluntariamente por su maestro en un intento de que se familiarice con los suyos. Su pequeña carita arrugada demostraba su indignación.

La idea de que "la madre" de los cachorros también estuviera presente durante los primeros meses fue igualmente discutida; sin embargo, al igual que los reyes solo se me permitió visitas, ya que también tenía deberes para con mi escuadrón. "Al parecer el término, licencia materna" no sería tomado en cuenta.

Cuando la reunión terminó, las puertas se abrieron y los dragones redirigían a los reyes a sus recamaras, habían sido muy eficientes sabiendo que la nobleza tritón podría ser "algo pomposa" y no todos disfrutarán la sala común como Zafir solicitó.

Mellias caminaba detrás de Abril aprovechando que Hallem aún discutía algunos asuntos Argel, planeaba llevársela lejos para disfrutar un par de horas a solas bajo la luz de la luna; sin embargo, cuando estuvo por tomar su mano su mirada dio con Blest, que la esperaba a las afueras con una sonrisa amplia; como había dicho anteriormente el bastardo se había arreglado bastante, todo su ropa gritaba "joven seductor" pero su mirada brillante te hacía dejar a un lado esos pensamientos. Mellias sólo pudo agriar la mirada y retraer su mano, Blest claramente delimitaba su posición de recién casado.....aclarándose la garganta; quizás podría tomar esta oportunidad para ponerse al día con Hallem... desde que fundó su propio reino, no han tenido un tiempo apropiado para charlar; viéndolo así no estaba tan mal. Se giró para buscar a su hermano; sin embargo, el cachorro que llevaba en brazos no siguió su deseo.

¡Mamá! – Ni bien vio reunida a la pareja tomándose de las manos, brincó hacia ellos estirando las manos intentado que notaran lo agraviado que estaba para que fuera consolado.

¿Qué sucedió? – Blest lo observó algo agraciado por los grandes ojos brillantes que parecían rojos de contener lágrimas.

Prometiste que me dejarías dormir contigo, ¡Déjame ir contigo! – Era claro que el niño después de sentir que se "desharían de él" quería algo de contacto y mimos.

No, esta noche dormirás con tu maestro o la manada. – Lefkó que también había esperado paciente a que acabara la cena, tomó por el cogote a Lucifer sin importar cuánto se quejara el niño.

¡No quiero!

¿Crees que yo no quiero dormir con mi maestra? – Lefkó arqueo una ceja mirando a Lucifer con recelo, el menor era continuamente consentido y parecía no saber límites. – Ella desea pasar la noche con su esposo, ninguno será bienvenido en su lecho.

¡Pero..!

Mellias discretamente aguzó los oídos, si el cachorro arruinaba los planes del par... su corazón se sentiría un poco más tranquilo, su dragón si que estaba en sintonía con sus deseos.

Nada de peros... - Continuo Lefkó.

La noche aún es joven – Dije intentando ocultar mi vergüenza – Lux puedes venir con nosotros y cuando sea hora de descansar..

¡Dijiste que dormiriamos juntos!

Vaya esta pequeña cosita, si que es enérgica, ¡Escucha su voz! – Exclamó Velquirryuss, tomando a Lux con naturalidad entre los brazos, el niño inmediatamente se calmó, incluso el pequeño mismo estaba asombrado, pero se permitió ser acicalado por el rey. – Si no les molesta, yo también estoy interesado en charlar con ustedes. – Su sonrisa radiante, hizo que ambos sintiéramos algo de nerviosismo. – Primo... si no te molesta... - Miró de reojo a Mellias.

La prisión de Zión: Libro III - RagnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora