Decisiones

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¿Algo va mal? -inquirió mientras estaba escribiendo en su computadora -pareces... ansioso.
- No, todo está bien. - Le mentí.
Una de lo que me gustaba de ella era que no era entrometida en mis asuntos así que no me sentía presionado cuando ella me hacía preguntas de mi vida privada. Pero realmente necesitaba hablar con alguien, no podía quedarme con todo lo que me pasaba dentro de mí, necesitaba desahogarme.
-Bueno sabes que si necesitas hablar de algo estoy aquí para lo que sea si crees que es necesario. Confía en mí, cariño.
-Gracias, de verdad te lo agradezco.
Tomó un segundo para que continuáramos escribiendo cosas en nuestras respectivas partes sobre el reporte de nuestro proyecto. Nahomi llevaría más tarde, pero llegaría. Pasaron unos minutos en silencio y el único sonido que había era el de los teclados de nuestras computadoras.
-La verdad es que sí, si hay algo que me pasa y no puedo quedarme callado.
Marie se giró inmediatamente y cerró su computadora para ponerme más atención.
- Soy todo oídos cariño, ¿Qué ocurre?
Inhale aire para luego expulsarlo por la nariz.
-Es Marco, hoy me dijo que necesita pasar tiempo con su ex pareja y eso me pone un poco fuera de mis límites.
- Siempre lo supe, ese chico te iba a lastimar.-Chasqueó.
- Ja, ja.
- ¿Qué ocurre?
-Su "amigo" tiene problemas mentales o algo así, ha tenido episodios y toda la cosa. Marco tiene miedo que cometa una locura y por eso se pasa más tiempo con él.
Ella frunció los labios.
- ¿Ya son novios ustedes?
-No, no lo somos. El sábado tuvimos nuestra primera cita.
-¿y cómo estuvo? Me imagino qué se la pasaron bien ¿verdad?- Me sonrió con cara de maldad.
- Casi nos besamos.- Me mordí los labios.
Sus ojos quisieron salirse de sus órbitas. Pero ella no hizo una pregunta referente a eso ya que no quería entrometerse demasiado.
-Entonces son los celos, es normal que lo estés. Pero creo que en serio tienen que hablar al respecto de eso. Si realmente le gustas debería de estar contigo y apoyar a su ex pareja como un amigo nada más ¿No crees?
- Sí, lo sé. Él ha estado toda la semana con Diego, porque así se llama y no hemos podido discutir eso. Hace unos días tuve una pesadilla horrible sobre ellos dos juntos y realmente quedé con la idea de que me suceda en algún momento.
-Necesitan hablar y poner las cartas sobre la mesa, pero él tiene que tomar una decisión y esa definirá muchas cosas. Solamente relájate y no estés pensando en eso ya que luego te podrías estresar y eso sería peor.
-Tienes razón.
-Siempre. Corazón. Y pues sí te rompe el corazón, le destrozaré el coche.
Me sentía muy bien hablar con Marie ya que me pude sacar esa carga cosas que me estaban atormentado por completo.
Ella abrió su computadora y continuamos, hasta que llegó Nahomi y todo se nos hizo más fácil de hacer. Logramos avanzar lo más que podíamos. Ya era casi las siete de la noche así que decidí que era hora de irme a mí casa.
- Marie, gracias por ayudarme a centrar mis ideas y a desahogarme contigo. - La abracé.
-De nada, sabes que aquí estoy para ti. Mis palabras siempre están preparadas para llegar a tu mente y corazón.
Nos despedimos y me fui mientras le decía adiós a Nahomi también.
Fui directo al teléfono de la sala de estar y le hice una llamada a Marco, quería hablar lo antes posible con él ya que tenía que tomar una decisión. No contestó.
Al estar apunto de dormirme sonó mi teléfono móvil y contesté.
-Hola Alessandro, disculpa por no atenderte es que estaba con Diego y estábamos ocupados.
-Disculpa, no quería molestarte, quería saber cómo estabas pero supongo que estás bien.
-Sí, estoy bien. Espero que tú igual.
Nos quedamos en silencio.
-Quería hablar contigo sobre algo pero creo que será mañana.
Escuché que él se aclaró la garganta.
-Alex, disculpa es que realmente quiero que esté bien.
-Lo sé no te preocupes por eso, no quiero interponerme entre ustedes, solo quiero hablar contigo sobre qué ocurrirá con nosotros.
Se quedó un segundo en silencio.
-Sí, es cierto ¿quieres ir después de la escuela a platicarlo?
-Nos vemos entonces mañana. Adiós.
-Alex... Bueno, está bien nos vemos.
Faltaba media hora para terminar las clases y poner fin a todo esto, todo éste día me la pasé pensado en lo estúpido que fui al imaginarme que algún día íbamos a ser novios.
Al salir del edificio estaba Marco sostenido en la puerta de su coche, a contraluz del sol él era tan hermoso. Iba vestido con una camiseta color azul y una gorra blanca que hacía que se viera deseable. Estaba con una pose de brazos cruzados y un pie sostenido en la puerta del Tsuru viendo hacia otro lado con las cejas fruncidas por el reflejo de la luz del sol en el suelo. Me vió y me saludó alegre. Extrañaba esa sonrisa que hacía ver sus hoyuelos perfectos e hicieron que mis piernas temblaran.
-Sé fuerte.-Dijo Nahomi.
-Sí, ¡se un hombre! ¡Uh!-Dijo Marie.
Me la quedé viendo con cara de qué rayos.
-Llámanos sí necesitas algo. Siempre estaremos para ti.
-Gracias Nahomi, las amo. -Nos abrazamos.
Casi tropiezo con una roca mientras caminaba.
Lo abracé y le dije que lo extrañaba y él hizo lo mismo.
-¿Qué fue todo eso?
-Mis amigas, son parte importante de mi.
-¿A dónde quieres ir hoy?
-¿Te parece la plaza? Unos helados nos verían bien por hoy.
- Como diga capitán. -Hizo un saludo militar.
Extrañaba verlo manejar y no podía desviar la mirada de él. Él me vio por el rabillo del ojo y me sonrió mientras me sacaba la lengua. Me sentí mal por haberle hablado de forma cortante la noche anterior. Él era tan lindo que me dolía el corazón.
Al llegar a la heladería, nos sentamos en una mesa a fuera del lugar para ver la plaza bajo la luz calurosa del sol.
Él se puso serio.
-Me dijiste que querías hablar sobre nosotros.-Dijo.
Fui directo al grano sin ningún tipo de distracción ni vacilo.
-Te quiero mucho, me gustas y me haces soñar. Sé que te importan mucho tus amigos y todos en general, pero necesito saber sí realmente quieres tener algo conmigo o no.
Él miró al cielo y cerró los ojos.
-Supuse que eso me ibas a decir en cualquier momento.-Dijo.
-No quiero hacerte sufrir de algún modo y yo tampoco quiero sufrir.
No tomó mucho tiempo que me diera cuenta de algo; él se había vuelto a enamorar de Diego por el tiempo que estuvieron juntos. Parecía.
-Te quiero mucho, pero tengo que estar con él. Me necesita.
-Está bien, todo está claro entonces.-Lamía mi helado.
-No, no es eso a lo qué me refiero.
-Entonces ¿qué? ¿Quieres que los dos seamos tus novios?- Eso último hizo sentirme terrible.¿Por qué yo le estaba diciendo cosas así a Marco? El chico que me trató bien en todo momento. Creí que era mi inseguridad la que estaba hablando.
-No, Alex no es eso. No pongas en mi boca palabras que no he dicho.
- Te quiero mucho pero si escoges estar con él entonces tendremos que continuar con nuestra vida por caminos diferentes. Él es mucho mejor que yo por lo que he visto y como se iluminan tus ojos cuando hablo de él.
Diablos, me había dado cuenta que estaba celoso e inseguro.
-Sabes, tienes razón. Es mejor. Él nunca me pondría en ésta situación, me dijo que él era menos importante y si quería estar contigo él no sería distracción.
Oh no, ahora ¿qué iba a hacer? Llorar y decirle que estaba exagerando y llevé las cosas al límite o continuar intentando parecer el duro.
-Algunas veces tienes que sacrificar cosas para encontrar realmente la felicidad. Te quiero mucho y espero y lo puedas ayudar a él a salir de todo ésto, de corazón te lo digo. - Mi voz se quebró, había quedado como un estúpido.
Me levanté de la silla y me traté de ir, pero rápidamente él me tomó de la mano de forma brusca.
-Perdóname no debí decirte eso pero él es mi amigo y necesito estar con él. Me importas mucho y te quiero.
-Lo sé y perdón por ponerte en ésta situación incómoda. Deseo que él pueda salir de todo ésto.- Le repuse con los ojos llenos de lágrimas.
-Eres importante para mí, lo sabes y siempre lo sabrás y solo quiero estar contigo.
Miré al suelo.
-Eso es lo que sientes, pero lo que realmente quieres es estar con Diego, así que no te preocupes yo estaré bien. Te esperaré en el mismo lugar donde nos conocimos y estaré dispuesto a ir contra todos y todo juntos tú y yo, sí es posible. Por ahora nuestras vidas se les hace imposible estar juntas, pero no dudo que en un futuro terminen unidas.
Esa es la decisión que tomé yo: dejarlo libre y que él hiciera lo que pudiera sin necesidad de estar preocupado por mí. Esa fue mi decisión.
Intentó darme un beso y lo desvíe y solo le dí un abrazo.
Nos vemos Marco.
Él se quedó llorando.
Al llegar a mi casa intenté no llorar pero no pude evitarlo, me sentía miserable e imbécil al ponerle en esa situación, hacerle escoger entre Diego o yo. Era fácil: solamente decirle que íbamos a ser novios y se olvidara de Diego, pero yo no era tan egoísta y si hubiera hecho eso me sentiría aún mucho peor. Pero entonces mi voz interna me dijo ¿que es lo que quieres? Ni tú lo sabes. ¿Era quizás otra terrible pesadilla?
Era viernes así que podía ver una película y pedir pizza o llorar por alguien el cual las posibilidades en que estuviéramos juntos eran casi escasas así que decidí pedir pizza.
Estaba buscando una película que me gustara y para mi suerte encontré una de unos hombres lobos que era de los 90'. Esa era un clásico. Así que obviamente decidí verla. Iba un poco avanzada ya que estaba en la parte donde Cristal termina con Mike. Continúe viéndola hasta que en el momento que Mike tiene un punto crítico, se corta el cabello y tiene que cambiar por dentro y fuera para unirse a su manada de lobos. Eso hizo qué el cambiara su forma de ser y dejara atrás el aspecto de «Niño» para convertirse en un «Hombre». Al terminar de ver la película me dí cuenta que aún era temprano así que me quedé pensando en si era necesario hacer un cambio radical en mi vida.
Salí fuera de mi habitación a hacer una llamada telefónica.
Creo que era necesario eliminar cosas que me recordarán a Marco y tenía qué pasar de página para continuar con mí vida.
Recordé cuando él decía que le gustaba mi cabello, también que por defenderlo le dieron una paliza.
Marqué e inmediatamente al salón de belleza de Efraín un amigo de mi hermano al cual no había visto desde que me hice mi último corte de cabello.
- ¿Diga?
- Hola Efraín, soy yo Alessandro y quería hacer una cita contigo para un corte de cabello. ¿Te parece hoy?
Todavía los rayos del sol aparecían por el horizonte.

Luna de media tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora