One Shots Yoonmin

ρⅈꪀ𝕜

Todo empezó un día martes a las nueve de la mañana cuando me choqué con alguien.
Se estampó con el suelo y empezó a llorar.
Yo lo fuí a ayudar y lo levanté, escuche a su maestra decir su nombre asustada.

"Jimin ¿Cómo te caiste?".

Él solo me señaló arrugando sus llorosos ojitos con sus manos regordetas.

Esperando el obvio reto de la maestra, el tal "Jimin" le estaba diciendo que lo había ayudado y nos dijo que nos abrazemos.

Era un acto tan tonto, siempre que lo pedían me resistía y en caso de que me abrazaran yo huía pero esto fue distinto.

En los recreos corriamos por las interminables escaleras hasta llegar al últumo piso. Ahí solían haber aulas en construcción. Nos peleabamos por cosas demasiado absurdas y terminabamos riendo o comiendo galletas.

Jimin fue vestido de rosa, le quedaba totalmente adorable y al pasar por la puerta traté de que no me vea sonreir como tonto. Pero duró poco, en los recreos lo miraban mal, se burlaban de él. Se empezó a sentir inseguro.

Pero no lo iba a dejar solo en esta. Odiaba con toda mi alma el usar cosas coloridas pero Jimin lo valía. Era inutil expresarles que la ropa no tiene género, así que preferí demostrarlo.

Al día siguiente medio colegio se quedó boquiabierto al verme ¿Tan bien me queda?.
Jimin vino corriendo a hablar conmigo.

-Que cambio Hyung- expresó divertido.

-Es para que se callen un poco la boca- caminé con mi amigo. Me debería acostumbrar al pelo rosa.

-Ahora vamos a ser "goals"- rió.

Solté un suspiro...matemáticas ¿Cómo es que a Jimin le iba bien? No estaba entendiendo nada y él ¡Sacaba siempre 10!.

Agarré mi campera negra y me la cerré por el frio. Jimin estaba ahi con un café esperandome para explicarme un ejercicio. Terminamos hablando de como nos conocimos en jardín.

Se armó de valor para encararme días después...estabamos estudiando.
Tan solo me nombró para que le preste atención y acerco sus labios a los mios, cerré mis ojos. Me besó cortamente y se apartó. Lo suficiente como para que yo volviera a besarlo. No se en que momento pasó, pero simplemente paso.

Nos encontrabamos en gimnasia, corriendo, totalmente acalorados y nos lanzabamos miradas de esas que nadie reconocía. Le guiñe un ojo y él se sonrojó mientras internamente le regalaba mi gol en baloncesto.

El ruido a beso se quedo de fondo en las duchas, mientras acariciaba mi pelo rosa y me hacía sonreir. Nadie nunca nos descubrió.

Nos ibamos a graduar, las horas pasaban como las gotas de agua de lluvia y Jimin estaba ahí conmigo mirando mi traje. Bueno, para ser sincero ahora no lo llevaba puesto, ni llevaba nada de ropa.
Estuvimos juntos, nos sentíamos brillantes y divertidos sin pensar en el día de mañana que pronto llegaría.

La música que se escuchaba alta y Jimin no paraba de bailar y yo de beber vino. Nuestro curso nunca fue tan unido pero se sentía la buena energía del momento. Quien sabe que había pasado en la previa, ni habíamos ido. Pero nos divertimos mucho.

Nuestros caminos siguieron su curso, juntos. Era increíble que a pesar de los años, las peleas fuesen insignificantes.

-Mierda Jimin ¿Por qué tardaste tanto en besarme esa vez?- le dije de la nada mientras él leía un libro de la facultad.

-Porque vos querías aprender números, y yo tenía un debate mental cada vez que te veía- como los llamaba.

Pensé un rato más pero él me interrumpió.

-Mierda Min ¿Por qué tardas tanto en besarme?- apartó su libro y me rogó con la mirada.

Me reí de su tonto mirar y pensé en cuando era un chiquillo que tropezó conmigo largandose a llorar. En medio de tantos besos le dije lo de siempre.

Un "Te amo" y él me siguió con una conversación interminable del porque me amaba más, esa conversación no tendría final.