16 ~ Libro

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Cuando el reloj marcó las seis de la mañana, Jimin emprendió su retirada de la Organización hacia su casa con los pensamientos alborotados y las manos temblorosas por no saber exactamente que esperar de parte de sus padres. Sabía de sobremanera lo mucho que detestaban ambos cualquier cosa que estuviera relacionado con los malignos y lo furiosos que se hallaban por encontrar algo de ellos en su hogar, por lo que las posibilidades de que lo recibieran de forma calmada eran prácticamente nulas. No quería tener que enfrentarse a los mayores y discutir con ellos por algo de lo que tenía ni idea, pero también sabía que si no lo hacía, si decidía dar la vuelta y regresarse, ellos aparecerían tarde o temprano en la Organización, y a estas alturas lo que menos necesitaba eran más conflictos allí dentro. Lo tomaría como un trámite; iría, les intentaría explicar la situación y volvería a los entrenamientos con Jungkook antes del mediodía.

Sencillo pensó, aunque una parte de sí le decía que no lo sería tanto.

Luego de dos horas y media de conducción, el entrenador llegó a su casa con las manos y las piernas tensas por el nerviosismo y la curiosidad que no había podido eliminar de su cuerpo en todo ese tiempo, provocando que los primeros pasos fuera del coche fueran torpes y poco firmes. La pequeña estancia frente a él parecía mucho más imponente que la última vez que la vio, devolviéndolo inevitablemente a su niñez de un golpe. La casa amarillo claro de dos pisos que antes solía dejarlo tranquilo en cuanto la veía esta vez le causó completamente lo contrario, haciendo que el temblor en sus piernas y el dolor en sus manos se incrementasen por lo mal que lo tenía la idea de que sus padres estuviesen allí y tan enojados con él. Se sintió culpable de repente y responsable en demasía a pesar de saber que nada de lo que ellos pensaran de él era cierto.

Es un trámite le repitió su subconsciente una vez dio los primeros pasos y se acercó a la puerta. Tomó una gran bocanada de aire (una quizás exagerada) y golpeó con fuerza la estructura de metal oscuro frente a él, liberando sus pulmones tras cada golpe. Escuchó los pasos de ambos por dentro y su ansiedad se incrementó, por lo que cuando la puerta se abrió ya era un manojo descontrolado de nervios. Su madre, unos cuantos centímetros más baja que él, se plantaba en el umbral con el ceño dolorosamente fruncido y con los músculos de sus brazos tensos, demostrando que el enojo del día anterior no había disminuido en lo más mínimo. A pesar de los colores pasteles que cubrían su vestimenta y el característico aroma dulce que emanaba su perfume, nada podía quitarle ese aura oscura que se plasmaba justo detrás de ella y sobre sus hombros, al igual que el de su padre que estaba varios centímetros alejado y a sus espaldas. Su padre estaba igual o incluso más ceñudo que la mujer y cargaba con los mismos músculos tensos, por lo que Jimin volvió a replantearse el dar la vuelta y volver a la Organización. Jamás había visto a sus padres tan coléricos y sabía que, dijera lo que dijera, recibiría más de un grito de su parte.

Decidido a acabar con esa situación lo antes posible, y luchando contra el pánico que le generaba sus rostros, abrió la boca para hablar, pero la mano de su madre impactando contra su mejilla izquierda lo detuvo.

-Ni lo intentes- fue lo único que dijo la mujer antes de darse la vuelta y entrar al hogar, dejando la puerta abierta tras ella.

Jimin, por su parte, frunció el ceño con extrañeza y dolor, más emocional que físico. Era la primera vez que le levantaba la mano.

-¿Qué pasa?- se atrevió a preguntar una vez dio los pasos necesarios para entrar y cerró la puerta, sintiendo su mejilla arder.

La sala de estar estaba exactamente igual a como estaba la mañana en la que se fue, con los tres sofás negros (uno familiar y dos individuales) ubicado en U alrededor de la mesa ratona y frente al televisor, manteniendo el orden que tanto caracterizó a los mayores. Las escaleras al segundo piso estaban justo detrás del sofá familiar y pegado a la pared, permitiéndoles colocar un gran librero repleto justo debajo de esta.

Tierra y otros elementos [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora