Tierra y otros elementos [Kookmin]

A MI QUERIDO HERMANITO

Para: Park Yongyun

De: Park Dakho

Querido hermanito:

Han pasado muchísimos años desde la última vez que te vi, creo que 32 para ser exactos y si la memoria no me falla, y de eso jamás pude olvidar el vacío que sentí al enterarme que nos habías dejado al viejo y a mí. No me malinterpretes, no es porque te quisiera o algo parecido, simplemente... fue extraño perder algo que me pertenecía, algo que me hacía alguien en la vida, algo que me impulsaba a seguir aprendiendo, averiguando, investigando...

Cuando te fuiste una parte de mí también se fue; nunca supe exactamente qué fue, pero desapareció al mismo tiempo que tú lo hiciste. Papá solía decirme que era cariño, que en realidad te extrañaba, pero nada se aleja más de la realidad que eso. No podía extrañarte, ni en ese momento, ni ahora, ni nunca en la vida. Pero sin embargo, tu huida significó algo para mí; fue como un sacudón, un cambio drástico, un giro inesperado para mi existencia en ese momento. Con tan solo 18 años habías logrado cambiar radicalmente mi vida... y eso es algo que jamás te voy a perdonar. Creo fielmente que fueron tus instintos los que te obligaron a irte y alejarte de nosotros, fue la falla en ti la que te impulsó a desaparecer y dejar nuestro pueblo sin despedirte, dejando mi investigación recién comenzada en punto muerto y sin retorno. Jamás lo supiste, pero fuiste una pieza clave en mi camino como investigador y científico; todo en mi vida giró alrededor de ti: desde la noticia de tu pronta llegada hasta el día de hoy. Todo era Yongyun... Yongyun, Yongyun y más Yongyun, el primer espécimen raro y manipulable del mundo maligno, el primer sujeto de prueba que había llegado a ser parte de la historia, o al menos así lo fue hasta que decidiste irte.

Y de seguro te estarás preguntando: ¿de qué investigación habla este imbécil? Y gustoso estoy de contártela. Después de todo, ¿de qué sirve seguir ocultándote la verdad si mataste mi proyecto cuando recién comenzaba a tomar vuelo?

Desde el comienzo, y ya siendo parte de todo un plan ideado por nuestro querido padre y el grupo de científicos de la época, fuiste solo un objeto, algo que se usaría para investigar, una cosa que había llegado al mundo para ser ultrajada y manipulada hasta las últimas instancias con el fin de aprender algo y de enriquecer el conocimiento de un pueblo entero. Nunca fuiste alguien importante para nadie, a excepción de nuestro padre, que inevitablemente se encariñó contigo más de la cuenta solo porque compartían sangre y llegó al punto de tratarte como una persona cuando nadie lo hacía. Por suerte, no pasó eso conmigo y pude mantener mis ideas sobre ti intactas.

¿Recuerdas la supuesta historia de nuestra madre? Esa que te solía contar papá y que narraba el momento justo en el que, poéticamente, mamá moría cuando te dio a luz. ¿La recuerdas? Pues es hora de que comiences a olvidarla, porque voy a contarte la verdad. Tu madre, esa que supuestamente dio la vida por ti, no es tu madre.

¡No somos completamente hermanos, pequeñín!

Tu verdadera madre, esa que jamás conociste ni tendrás el gusto de conocer, fue nada más y nada menos que Seo Sunghee, una pobre elemental verde que cayó en las garras de nuestro querido padre y que entró en las redes de sus retorcidas ideas, una pobre mujer que había dejado hasta sus últimas fuerzas a la hora de defenderse, pero que no pudo librarse de su fatídico destino. Tu madre era elemental y tu padre maligno, una mezcla jugosa y novedosa que llegaba para darle un nuevo rumbo a la historia y que buscaba, por lo menos dentro de los planes del viejo, encontrar una forma definitiva de completar nuestra marca y hacernos más poderosos.

Oh, si hubiésemos sabido que todo acabaría así...

Por aquel entonces, y cuando recibí mi marca a los 18, mi papá me delegó todas las actividades científicas e investigaciones y me asignó al grupo más honorable de científicos de aquel entonces alegando que, al ser tu hermano, tendrías la confianza suficiente como para poder comenzar definitivamente con la investigación. Esa idea, sin embargo, duró poco tiempo por lo poco colaborativo que estabas conmigo y lo difícil que se me hacía a mí y a todos monitorearte sin tu consentimiento. Lo que vino después ya lo sabes, no hay mucho que contar ya sobre tu salida.

Como dije antes, creo que fue esa parte elemental que recorre tus venas la que te impulsó a irte y la que ahora te hace odiarnos tanto, pero en fin... no es algo que venga a juzgar ni pensar ahora. Sinceramente, tengo cosas más importantes en las que pensar que en tu situación... en tu hijo, por ejemplo.

¿Puede Minnie salir a jugar? ¿No? De todas maneras me lo llevaré a dar una vuelta. Sé que tiene la marca maligna de los verdes y que, posiblemente, nos odie por todas esas ideas absurdas que le inculcaste sobre nosotros, pero ya me encargaré yo de eso. Espero que no haya heredado también tu parte elemental... aunque sospecho que lo hizo. Es decir, ¿qué clase de maligno no busca a su gente una vez que obtiene su marca? Exacto, uno que no se siente maligno... un maligno que es mitad elemental como él.

Jimin resultaría ser un sujeto de prueba todavía más jugoso de lo que fuiste tú, ya que él sí consiguió su marca, pero es una lástima que haya tomado las decisiones equivocadas y que ahora tenga que cargármelo. De verdad me duele tener que sacrificar a mi sobrino (suena hipócrita, pero es así), pero son las consecuencias de haber ayudado al equipo contrario. Tuvo la oportunidad de ser parte de nosotros y la desaprovechó... una lástima.

Creo que esto es todo, pequeñín. Espero me disculpes por haberte dejado sin tu hijo, pero es algo que va más allá de lo que puedas llegar a querer o no. Necesito recuperar el poder que él se llevó.

Aunque no puedas creerlo, realmente lamento ser yo quien te cuente todo esto, pero es lo que hay. Mejor enterarse tarde que nunca, ¿no?

Me largo, tengo muchas cosas que hacer.

Adiós, hermanito.

Espero que no extrañes mucho a tu único hijo.

Con cariño, Dakho.

Pero a pesar que Dakho se había esmerado en escribir aquella carta y dejarla para que su hermano la encontrase, nadie jamás pudo leerla, ya que esta se había consumido por el fuego que él mismo había generado en la residencia Park antes de llevarse al más joven de la familia.

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