Ciel Phantomhive junto a su fiel mayordomo, asisten a una celebración que hace el joven duque Chernobyl, en esa mansión dónde se detectaron la extraña desaparición de sirvientes, también la muerte inexplicable del anterior y viejo duque.
En el camin...
Había otra complicación que Ciel tenía que resolver de un modo personal, recibió la noticia de que un empresario francés estaba interesado en expandir la Industria Phantom hasta Francia; Belmont Babineaux era el nombre de dicho empresario. El negocio era interesante, sin embargo, sentía que todo el asunto no era de fiar.
Por otro lado, el 10 de noviembre había recibido otra carta de la reina. Le frustraba no resolver el caso lo antes posible, aunque no se notificó más desaparecidos.
¿Acaso esa era la calma antes de la tormenta?
— ¿Cuándo es que viene el señor Belmont?
—Dentro de cuatro días, joven amo —notificó mientras miraba la hora en su reloj de bolsillo —. Se está haciendo tarde para su hora de dormir, los sirvientes se adelantaron.
Ciel tensó la mandíbula.
—No entiendo qué estamos haciendo mal —expresó con evidente frustración — Tenemos pistas, un sospechoso, cadáveres incluidos, pero no motivos completamente claros, ni pruebas en que haya sido el duque.
Sebastian parecía estar escuchando con atención las quejas de su amo, era como un simple oyente.
—El joven duque parece que se ha enterado que el joven Castiel está trabajando para usted, joven amo.
Ciel apoyó su mejilla en la palma de su mano.
— ¿Cómo es que lo sabe? —preguntó con pocos ánimos, se podía ver claramente en que los nulos avances del caso lo afectaban, no eran propio de ellos no tener pistas suficientes ni conclusiones claras, sentía que se estancaba.
—Debió verlo con usted entre las concurridas calles de Londres —mencionó con un tono burlesco — El joven Castiel recibió un ramo de blue Vanda, se ven que son traídas de Birmania.
—Que irónico —se burló con una sonrisa ladina — Primero lo hecha y ahora le regala flores.
—El ramo no vino al nombre del duque.
Ciel frunció el ceño.
—Entonces ¿de quién?
—Vino en el nombre de Allyssa Chernobyl.
Ciel alzó las cejas del asombro.
—La duquesa viuda.
Sebastian asintió ligeramente, parecía tener algo planeado o pensado con respecto a la situación.
—La Blue Vanda son flores azules muy hermosas, el lenguaje de las flores se caracteriza por el color, el azul de las flores tiene un significado romántico y anhelante — Sebastian parecía alardear en vez de informar sobre el asunto.
—O simplemente sabe que a Laughter le gusta ese color —dijo un poco somnoliento.
—Eso podía ser cierto, pero la duquesa Allyssa Chernobyl es una dama noble, debe saber mucho de flores. Sin olvidar en que tiene negocios en Birmania de flores exóticas.
—Esa mujer podría ser la madre de Laughter, considerando su edad.
—Son posibilidades.
—Hoy estas muy extraño, Sebastian — Bostezó y parpadeó varias veces para no quedar dormido — Iré a dormir, no me sigas molestando con tus asquerosas teorías.
— ¿Asquerosas?
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