XVI: Los Laughter.

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Sebastian se sentía irritado por lo descuidados que estaban siendo los sirvientes ㅡaunque siempre han sido descuidados ㅡ, el forzoso reposo de Castiel les hizo ir a visitarlo por unos minutos largos; tenía que supervisar por si pasaba algo fuera de lo común. Estar pendiente de su amo, comprar los medicamentos y supervisar las visitas por parte de los sirvientes, ㅡsobre todo de Meyrin y Bardㅡ, era algo que consumía tiempo y trabajo.

Por suerte, Sebastian tuvo ayuda por parte de Tanaka para atender a Castiel para que evitara moverse mucho y tratar la fiebre que subía titánicamente, incluso se le reportó en que escupió una pequeña cantidad de sangre.

Todo andaba controlado por lo menos, hasta que se presentó una visita que jamás se esperó. De un cabriolé bajó una mujer acompañada por una pareja, la mujer se notaba en que se trataba de Larisso Laughter; la pareja era Alexei con su joven esposa, Elinor. Sebastian suspiró, ese día iba a ser muy ajetreado, tal vez su joven amo se enoje con él por no atenderlo adecuadamente ese día.

ㅡBienvenidos a la casa Phantomhive, ¿en qué puedo ayudarle?

El rostro de Larisso tenía las cejas arqueadas hacia abajo, al igual que las comisuras de sus labios. Preocupación, eso es lo que denotaba su rostro aún juvenil.

ㅡDisculpe la molestia, caballero ㅡ Alexei tomó la palabra ㅡ No queríamos interrumpir de esta manera. Mi madre quería venir a ver a mi hermano ㅡ El mayor de los Laughter se veía distinto sin su uniforme de Scotland Yard; reconocía en que había un poco de similitud entre Castiel y Alexei, no era el color de sus ojos, ni siquiera el cabello, lo común entre ellos era que desprendían un aire que no encajaba con sus funciones; no sabía porqué presentía en que aparentaban ser parte de la aristocracia.

ㅡNo hay porqué disculparse. Ustedes son familia del mayordomo Laughter, tienen derecho a saber cómo está.

ㅡ ¿Castiel está bien? ㅡpreguntó Larisso sin alterar su facción.

ㅡLe voy a ser sincero, madam ㅡavanzóㅡ: El joven Castiel tuvo un pequeño accidente y presenta mucha fiebre.

Larisso tapó sus labios con una de sus manos, miró a su hijo mayor.

ㅡTe dije que tenía un mal presentimiento ㅡdijo con una voz un tanto temblorosa ㅡ Castiel suele avisar cuando no tiene tiempo de enviar cartas o de llamar, se supone que una carta de él me llegaría esta mañana.

Sebastian no podía evitar asombrarse a lo que dijo la progenitora del joven mayordomo, comprobaba en que no era una simple fábula lo del instinto materno, Laughter era muy afortunado.

ㅡEl joven Castiel estará feliz ante su visita. Acompáñenme.

La otra acompañante, Elinor, no había pronunciado palabra alguna, tal vez era una mujer tímida o no sabía cómo expresarse al frente de una persona que servía a un conde.

Era normal en que sus miradas se dejaran llevar por cada rincón de la mansión, incluso los visitantes aristócratas harían lo mismo. Sebastian ponía los modales en primer puesto, condujo la visita a la habitación de Laughter, éste se encontraba siendo atendido por Tanaka.

ㅡ ¿El joven Castiel se encuentra dormido? ㅡpreguntó en voz baja al ver que sus ojos eran tapados por un pañuelo húmedo.

ㅡEstoy despierto, señor Sebastian ㅡterminó contestando, su tono de voz había mejorado bastante a comparación de esa mañana ㅡ El pañuelo cubre mis ojos por el malestar, el joven Finnian pensó en que estaba llorando.

ㅡQue bueno que puedo ver en que se encuentra un poco mejor, vine para decirle en que tiene visita.

Castiel esbozó una sonrisa.

Kuroshitsuji: Rencor Divino (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora