XIII: Belmont Babineaux.

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Al regresar, Sebastian tuvo una pequeña conversación con el joven mayordomo Laughter, al principio eran cosas triviales, como de la música de Charlott Brontë, incluso se desviaron en hablar sobre el hermoso big beng; hasta que Sebastian se le ocurrió informarle sobre la carta, que no fue escrita ni pensada por la duquesa Allyssa Chernobyl, sino por Beatrix Montevier, omitió la parte de la locura de la criada y de su suicidio, esa información podría afectar a Laughter, a un punto de culparse por la pérdida de discreción por parte de su compañera.

ㅡMe puedo imaginar que lo del duque Francis fue una manera de atemorizarme, ella amaba tomarme por sorpresa ㅡ Puso una mano en su pecho mientras que seguía limpiando mantas ㅡ Montevier no es una mujer que podría hacer tal cosa, menos matar al duque, sería algo imposible.

Castiel no sabía el deseo y locura que él hizo despertar a su compañera, era normal que pensara que ella no sería capaz de tal fechoría.

ㅡ No comparto la misma opinión, puedo comentar en que una persona normal podría hacer toda clase de abominaciones; sí, debió ser una broma por parte de su ex compañera. ¿Por qué no sería capaz de ello? Tal vez porque la conoce bien, ¿no es así? ㅡ Sebastian extendía una manta en la cuerdas, verificó en que no haya quedado ninguna mancha.

ㅡLo que dije no está basado en cosas meramente sentimentales, señor Sebastian. Lo digo porque ella estaba ausente en la mansión cuando murió el duque Francis; fue a visitar a su familia, ese era el día de su cumpleaños ㅡ Sebastian caviló ante la nueva información que le habían propiciado.

ㅡ ¿Ella tenía un tipo de sentimiento particular hacia usted? ㅡ La pregunta hizo que Castiel hundiera de golpe la manta en la cubeta de madera, eso causó que salpicara agua y espuma jabón en su rostro, claro, cerró los ojos para que no cayera jabón en ellos.

ㅡA decir verdad ㅡarticuló con voz queda, hasta que respiró profundo y recuperó la compostura ㅡ Ella se me confesó antes de irme de la mansión, me dijo que yo no salía de su cabeza.

ㅡ ¿Y usted qué le respondió?

ㅡNo recuerdo muy bien, pero sé que estuve muy nervioso, no sabía cómo rechazarla. ¡Ah! Ya recuerdo ㅡ Sin querer puso su mano con el guante de hule en la barbilla, la retiró con el ceño fruncido por haber sido tan descuidado ㅡ La insistencia de Frederick en que me fuera hizo que no contestara. Me siento un poco mal por no haberle contestado adecuadamente. Aún me siento avergonzado al revivir los recuerdos de ese momento ㅡbromeó mientras escurría el agua de la manta.

Sebastian sentía que se embriagaba por un momento, ni siquiera el fuerte olor del jabón cubría por completo el aroma del joven, los demonios eran conocidos en el mundo humano por su lujuria desbordante, aunque todo eso fuera falso, no todos los demonios poseían una lujuria tan exuberante.

ㅡUsted es un hombre apuesto, joven Laughter. Debe de apoderarse de los pensamientos de muchas mujeres.

Castiel sacudió la manta y la colgó. Esbozó una sonrisa ante el comentario de Michaelis.

ㅡNo diga un comentario tan desmedido.

Ojalá Sebastian estuviera exagerando.

Ojalá Sebastian estuviera exagerando

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Kuroshitsuji: Rencor Divino (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora