Ciel Phantomhive junto a su fiel mayordomo, asisten a una celebración que hace el joven duque Chernobyl, en esa mansión dónde se detectaron la extraña desaparición de sirvientes, también la muerte inexplicable del anterior y viejo duque.
En el camin...
El día siguiente se sintió habitual, a pesar del día nublado y la poca actividad física que tenía que cumplir Castiel Laughter por su bienestar. Había algo muy particular, Meyrin y Bard dejaron el sudor que experimentaban con frecuencia, Sebastian se preguntó si es que no sentían ya el aroma del joven mayordomo, si era así, debería estar aliviado por ello.
Se hizo cargo de su joven amo como debía ser, también tuvo tiempo de rebuscar entre los documentos de registro de Laughter, lastimosamente era una información limitada ㅡya que solo se le permitió buscar en el registro personal de la servidumbre de éliteㅡ, buscar en los registros verdaderos podría conllevar a un soborno. Tenía diez días para encontrar una respuesta, debía planear todo.
ㅡ ¿Cómo estuvo la reunión de Castiel con su familia? ㅡ Por un momento pensaba en que el joven amo no iba a prestar interés en ello, pero al parecer, el joven conde estaba lleno de sorpresas.
ㅡEstuvo muy bien por lo que pude observar, parecían muy felices. Me imagino que usted les vio marcharse desde la ventana, parecía no apartar los ojos de Alexei Laughter.
Ciel chistó y admitió:
ㅡSu hermano tiene un rostro que me resulta conocido, y no en Scotland Yard ㅡ Sebastian supo en que no era el único en pensar eso, compartían la misma corazonada, había algo que no era normal en los Laughter, tal vez ocultaban algo.
ㅡTengo la misma intuición ㅡafirmó mientras que continuaba vistiendo a su joven amo ㅡInvestigaré un poco sobre los Laughter, hay algunas piezas que tengo que encajar.
ㅡIré contigo, hoy me apetece salir un poco de la mansión ㅡsuspiró, no se veía muy animado en estar en la mansión sabiendo que no hay mucho que hacer.
De seguro que Castiel Laughter debía estar colaborando un poco en la cocina, era muy seguro en que los sirvientes trataran de minimizar su esfuerzo, ni siquiera sabía en qué momento se ganó la confianza de todos.
ㅡ ¿De verdad quiere ir conmigo a la oficina de Registros Civiles? Tal vez le sea un poco aburrido para usted.
ㅡNo cuestiones mi decisión, Sebastian.
ㅡOh, ahora entiendo ㅡ Ciel se puso incómodo ante el descubrimiento de su mayordomo ㅡ Tiene miedo de quedarse a solas con el joven Castiel, ¿no es así?
ㅡDije que no cuestiones mi decisión ㅡreiteró con un poco de brusquedad, posó una mano en su frente ㅡ Solo quiero salir de la mansión.
¿Quién no tendría miedo al ver a Castiel matar de una manera tan explícita? La manera de ejecutar de Laughter parecía ser pasional, no todos parecen tener una fascinación por ello.
El registro civil iba a estar ocupado, conocían a uno de los que trabajan allí, uno que amaba la bolsa de chelines y peniques que le era dada.
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El hombre, Leonard Cumbreoli, hizo el favor de buscar los registros de Castiel Laughter, los enormes estantes estaban repletos de registros ciudadanos desde la A a la Z por apellidos, buscaron en la sección L, una sección amplia en la que tuvieron que prestar ayuda, menos mal que Sebastian era un ser muy veloz.
