VI: Temperatura corporal.

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Al día siguiente, Ciel y su mayordomo Sebastian pasean por las concurridas calles de Londres, donde pasaban numerosos carruajes y personas caminando.

Ciel Phantomhive se sentía irritado al tener que ir a una tienda de costura, no sabía porqué tenía que ir, pero solo eso lo sabía el enigmático Sebastian. Pensaba que era más por mero capricho.

Al entrar, se encontraron con una mujer de espeso cabello negro y unos ojos como la avellana, su apariencia no parecía pasar de los treinta años. Ciel se dio cuenta en que su mayordomo iba a sacar información, aunque esa mujer no tuviese la presencia de sirvienta o algo que tenga que ver con el caso.

ㅡBienvenidos caballeros, ¿en qué puedo servirles? ㅡla melodiosa voz de la mujer le resultó conocida, tal vez nunca antes la había visto, pero presentía en haber escuchado una voz así de melodiosa con anterioridad.

ㅡNo necesitamos nada en particular, madam. Queremos entregarle una carta, es usted Larisso Laughter ¿no es así?

Ciel se sorprendió, ¿otro familiar de Castiel? Hasta donde sabía, solo tenía en Londres a su madre y hermano mayor, esa mujer se veía demasiado joven, no podría ser su madre. Habían posibilidades en que fuese parte de la familia de su padre.

ㅡSí, esa soy yo ㅡ Recibió la carta con amabilidad, leyó su contenido sin disimular su asombro y alivio. Les volvió a mirar con ojos casi llorosos ㅡ ¿Ustedes conocen a mi hijo?

¡¿Hijo?!

Al parecer, sí se trataba de la madre de Castiel. No tenía fachada de haber dado a luz a dos hijos, menos que uno fuese mayor de treinta.

ㅡEfectivamente, madam. Le queremos asegurar en que su hijo está bien en el lugar en que está.

ㅡQue alivio ㅡ Se tocó el pecho y respiró tranquila ㅡ Tenía miedo en que le pasara algo, no me había comunicado con él hace mucho.

Larisso era una mujer muy amable, pero había algo, es como si detestara la mansión Chernobyl, no se sabía si se debía a que fue despedida junto a su difunto esposo o tal vez eso fue mucho antes.

ㅡEspero que cuiden bien de mi hijo, no soportaría saber que lo siguen tratando como un insignificante animal.

ㅡ ¿Cómo le trataban? Tenemos un poco de curiosidad.

La mujer no estaba atemorizada por contar la verdad frente a ellos, a diferencia de los dos sirvientes interrogados, no se lamentó la muerte del duque Francis, parecía echarle toda la culpa a él con cada palabra.

ㅡUna vez habló sin permiso, el maldito de Francis hizo que se quedara tres horas en el jardín sin prenda alguna en la noche ㅡ El castigo les pareció abismal, sabían que el jardín debía estar repleto de rosas, se hubiesen sorprendido en que no se haya enfermado por la gélida noche. ㅡ Hace más de un año, el duque parecía tratarle bien, pero me pareció muy extraño.

ㅡ ¿Por qué le pareció extraño?

ㅡFue después de echar a la duquesa de la mansión. Trataba a mi amado hijo como si estuviese tratando a una mujer.

El dato les pareció interesante, ¿tratar a un mayordomo como si fuese alguna doncella que se puede conquistar con regalos?

Castiel Laughter tenía una apariencia agradable, tener admiradoras no sería un secreto, pero tener a un hombre casado y con hijo que se le insinuara indiscretamente sería algo extraño. Aunque Larisso podría estar exagerando las cosas.

ㅡMi hijo es un joven muy apuesto, tuvo muchas sirvientas detrás de él, incluso le han acosado de una manera aterradora.

Sebastian no dudaba de eso, por algo el joven dormía con una daga bajo la almohada. Aunque el hecho de tener excesivos acosadores no lo veía algo que fuese normal.

Kuroshitsuji: Rencor Divino (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora