Ciel Phantomhive junto a su fiel mayordomo, asisten a una celebración que hace el joven duque Chernobyl, en esa mansión dónde se detectaron la extraña desaparición de sirvientes, también la muerte inexplicable del anterior y viejo duque.
En el camin...
Sebastian esperó con paciencia a que los sirvientes entraran a su alcoba con el propósito de dormir, cerró con llave la habitación de Meyrin para que no fuese un obstáculo en el pasillo al igual que el cocinero. Cuando fue a la habitación de Bard y Finnian, también pasó con llave la puerta.
Escuchó un golpeteo a la distancia, debía de ser Meyrin tratando de salir, después Bard también golpeaba la puerta de manera incesante, se escuchó un reclamo y queja por parte de un somnoliento Finni.
No tenía conocimiento alguno en porqué ambos se levantaron de la cama casi al mismo tiempo.
Ignoró el ruido para dirigirse al despacho del joven amo, si se seguía concentrando en eso, lo pondría de nervios.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El joven conde parecía haberlo esperado con impaciencia, su mirar y el tanteo de su uña corta sobre la superficie del escritorio lo delataba. Eran horas para que su joven amo durmiese, pero parecía no compartir esa idea, sobre todo cuando se encontraba una persona de identidad dudosa en la mansión.
ㅡ ¿Qué descubriste? ㅡpreguntó sin miramientos.
ㅡNuestro no-invitado hablaba por teléfono con alguien en otro idioma, en chino, para ser precisos ㅡinformó después de dar una reverencia.
Ciel frunció el entrecejo ante la información, mordió la corta uña de su pulgar.
ㅡLa mafia china ㅡmencionó casi de modo inconsciente ㅡ No quiero sacar conclusiones rápidas, así que, ¿qué opinas, Sebastian?
ㅡConcuerdo con la deducción. Parece que uno de sus propósitos es algo muy valioso para usted.
ㅡMe imagino que quieren robar información con respecto a mi labor de Perro Guardián de la reina.
Esa era una de las grandes desventajas, su paradero amenazaba a muchas mafias que quieren hacer negocios con Inglaterra, uno de los principales era el tráfico de armas y de animales exóticos, la mafia china era conocida por ser unas de las más peligrosas y por tener miembros de la aristocracia como meros títeres de apoyo. Era normal en que quisieran sacarse al conde Phantomhive de encima, así no habría amenaza alguna.
Ciel sonrió.
ㅡ ¿Tiene algo en mente, joven amo? ㅡ Esbozó una maliciosa y amplia sonrisa. Añadió: ㅡ Si quiere puedo darle una mejor bienvenida al señor espía.
La mirada del conde se tornó seria.
ㅡIré contigo.
ㅡ ¿Por qué haría eso? ㅡ Levantó una ceja, no dejó de sonreír ㅡ Usted es de los que deciden esperar, le gusta estar atento ante los gritos de agonía, eso es lo que más le divierte.
Ciel no quería arriesgarse a que ese hombre saqueara información, si no tenía éxito, era muy probable en que la mafia china matara a su peón, unas de sus características era que no toleraban fallas de ningún tipo.
