Silencio

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-¿Nos conocemos? –preguntó el pelinegro mirándolo confuso.

Tal vez. En algún mundo, en algún tiempo, en alguna otra vida –quiso responder él. Nunca fue bueno diciendo lo que realmente sentía, ponerlo en palabras le era demasiado complicado, incluso en ese momento.

Miró con profundidad a la persona frente a él. Una bella sonrisa adornaba su rostro, sus ojos grises estaban curvados ligeramente, su mano izquierda apoyaba su mejilla, su cabello ya no era del largo que tenía "antes".

Era cierto. Él ya vio cada faceta de su vida, además de sus distintas vidas, reencarnaciones tal vez, incluso como era en distintas dimensiones.

Incluso a través de tantos mundos y tiempos, ¿aún lo buscas? –susurró una voz. Él solo asintió y murmuró un leve 'Mnn'. Nunca se había cansado de aquella rutina, mientras lo pudiera encontrar él estaría feliz. El verlo sonreír brillantemente le daba motivos suficientes, el que disfrute y viva feliz sentía que era su prioridad.

Amaba cada faceta que le mostraba. Su gran valentía, su amable corazón, su alegría vivaz, su espíritu heroico, su desorbitante curiosidad, su extrema impaciencia, su exuberante energía. Si él podía evitar que nada lo dañara estaría bien, su corazón también era frágil, sus emociones eran algo turbias algunas veces, intentaba cargar con todos los problemas, a veces sonreía falsamente, reía cuando sufría, se encerraba en sí mismo. Solo deseaba protegerlo siempre.

-Antes nos vimos –respondió con el mismo tono calmado que lo acompañó durante toda su vida. Su muy larga vida...

-¿Enserio? –los ojos del contrario se abrieron un poco por el asombro aunque siguió conservando esa sonrisa que tenía– Yo me llamo Wei Ying. Incluso si nos vimos antes, no nos presentamos, ¿verdad? Una primera reunión contigo sería memorable –su risa volvió a llenar el espacio antes silencioso.

-Lan Zhan es mi nombre –el fuerte golpeteo de su corazón iba en aumento. Había esperado esta reunión por bastante tiempo.

¿Cuánto tiempo pasó esta vez? ¿Años quizás? ¿O tal vez fueron siglos? –aquella irritante voz seguía molestando pero ya se había acostumbrado.

'200 años, 2 siglos'–dijo en un tono plano habitual que le dirigía.

Dime, ¿no te cansas de la misma rutina? El repetir la misma reunión una y otra vez... Es aburrido... Tal vez en alguna de sus vidas ya no tenga lo que te gusta, si eso pasara, ¿qué harías? –podía escuchar la burla en su voz. Incluso si le repitiera esa pregunta en cada dimensión y vida que cruzaba él ya tenía la respuesta y no se retractaría nunca de ella.

'Incluso si llega a cambiar, me enamoraría una y otra vez de él' –cada fase, cada cambio, mientras sea él podría volver a sentir el mismo sentimiento, podría encontrar cada detalle de él que haría su corazón latir.

No tiene sentido hablar contigo –finalmente esa voz desaparecía.

-Oye, Lan Zhan, ¿me escuchas? –sintió que su voz sonó como un susurro. Al volver a enfocar su mirada en él ya no pudo ver el mismo escenario.

Las paredes se estaban derrumbando, los focos habían explotado, el techo se deshacía y varios escombros caían. Él lo sostenía en un abrazo mientras sentía que su cuerpo se enfriaba, manchas de sangre estaban dispersas en su vestimenta.

-¿Wei Ying...? –sentía su voz quebrarse al verlo en ese estado, sus manos temblaban pero aún lo sujetaban con firmeza. Escuchó gritos por todos lados, la puerta que daba a la salida de ese lugar estaba bloqueada, solo estaban ellos dos ahí atrapados.

Conjunto de One-shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora