❂ CAPÍTULO XXVIII ❂ Tensión Creciente

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El rastro de la estela de vapor los había guiado a través de las aguas repletas de peñascos rocosos que afectaron ligeramente el casco de la goleta. Algunas columnas monolíticas y promontorios rocosos sobresalían del mar, la pista terminaba en una extraña isla que se mantenía a flote a una distancia de veinte metros de separación con el océano. El capitán alzó la vista sorprendido, durante sus viajes a Hardenya, jamás se había topado con esa isla flotante, su rostro estaba tan pálido que sugería que estaba aterrorizado con la idea de esperarlos.

Desde donde estaban no podían distinguir la cima, Loki se encontraba muy sorprendido y aunque era muy probable que en la cumbre hubiese un poblado de bestias, sabía que Xykox no se detendría. Cuando giró su rostro para observarlo, notó que tenía la vista enfocada en la cima, como si pudiera ver que había allá. El capitán Tulio, fue el primero en romper el silencio.

—Si tu novia está allá arriba, no creo que salgas con vida muchacho —se dirigió a Xykox sin sacar el tabaco de su boca.

Loki observó a Tulio y luego a Xykox, recostándose en la baranda del costado a estribor.

—No haremos que el capitán nos espere ¿o sí? —preguntó Loki alzando la vista hacia la imponente isla flotante y aunque su vista de águila le permitía ver mejor que otros, no podía distinguir donde terminaba la altura de ese terreno.

—Señor Tulio lo mejor será que se aleje de aquí, las cosas no irán bien a partir de ahora. Podría ser muy peligroso, será mejor que vuelva a Urchok... si todo va bien nos veremos allá —Xykox observó al capitán con convicción y el hombre asintió.

Loki se amarró su largo cabello oscuro con una liga y se subió al bauprés para tratar de ver más allá de esas paredes escarpadas. «Maldita sea es demasiado alto como para lograr ver algo», pensó y observó a Xykox.

—¿Cómo subiremos? —preguntó desorientado—. Teletransportarnos hasta allá no es buena idea, gastaríamos nuestra reserva de energía.

—Yo no sé teletransportarme —contestó Xykox, confundido—. Lo que sí te pediré es que te encargues de la defensa en caso de que nos encontremos con los enemigos, yo me encargaré de llevarnos a ambos hasta allá.

Xykox se subió al bauprés justo al lado de Loki y convocó la tierra dándole la forma de una pequeña plataforma lo suficientemente grande para que entraran los dos. Loki soltó un silbido sorprendido, luego Xykox saltó a ésa plataforma para verificar su solidez.

—Venga Loki —le hizo un ademán y Loki saltó también.

El capitán se asomó desde la cubierta para verificar que ambos estuvieran bien, Xykox cruzó miradas con él y le dio un asentimiento a modo de agradecimiento. El hombre le respondió de la misma manera, ofreciéndole una sonrisa.

—Gracias capitán Tulio, vuelva a salvo. Nos volveremos a encontrar —agradeció Xykox inclinando levemente la cabeza.

—Espero conocer a esa chica muy pronto muchacho. Debe ser un primor para que estés atravesando los mares turbulentos para rescatarla —ante ello Xykox sonrió y se despidió moviendo la mano.

—La llevaré para que la conozca, sin duda con ella podemos resolver todas las cosas extrañas que están amenazando éste mundo. Que el universo lo proteja y la estrella del norte lo guíe —contestó y Loki dio varios asentimientos impresionado con la forma de hablar de Xykox.

—Vamos Xykox, mueve ésta cosa. Estoy ansioso de escupir fuego a esos Plagashysh —Xykox arqueó una ceja ante la interrupción, pero Loki tenía razón debían aprovechar la noche.

La Caída De Absalón Station ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora