❂ CAPÍTULO XXIV ❂ Noticia desgarradora

25 7 9
                                    

Lecryfhia llevaba días navegando sin descanso, le resultaba impresionante que Valeska no haya dejado aquel continente, su C.Type-Ex actualmente se encontraba en Valenstun, como había estado observando el mapa de coordenadas sin dormir, se percató que el dispositivo hizo un recorrido a través de la corriente marina desde las playas en el territorio Ephigetsiano hasta la costa de Valenstun, para luego volver a la fortaleza de Judith. «¿Acaso aprendió a respirar bajo el agua?», se frotó los ojos porque le ardían debido al cansancio.

En el horizonte, el sol iluminó el interior de la nave con sus primeros rayos de luz, tuvo que entornar sus ojos ensombrecidos debido a que no se tomó ningún momento para dormir, pero no podía detenerse, mientras más rápido llegara a la ciudad, podría ver a Valeska, entonces solo faltaría reunirse con Xykox y Darkmolet.

Lecryfhia bostezó cubriéndose la boca, estaba muy cansada, así que decidió utilizar la mensajería que disponía el monitor de la nave. No parecía difícil de utilizar, solo se veía más grande que la tarjeta comunicadora y escribió un texto para Valeska.

<Valeska ¿estás bien? Soy Lecryfhia... Darkmolet fue capturada por Kasch, debemos hacer algo rápido, por favor... responde>

Envió el mensaje y siguió navegando a alta velocidad a través de las corrientes turbulentas. Algo que agradecía era que Darkmolet hubiese abastecido el almacén de alimentos con muchas barras proteicas, por lo que no tenía que preocuparse por el hambre.

Al cabo de unos minutos, LinLin mostró por el monitor la temperatura de la maquinaria emitiendo una alerta y fue allí que Shadow Queen dejó de avanzar apagando sus motores.

«La maquinaria se encuentra a sesenta grados centígrados por el uso excesivo. Se necesita mantenimiento preventivo para evitar errores futuros. El sistema se apagará por doce horas» Alertó LinLin.

—¡No! —gritó Lecryfhia maldiciendo—. ¡Maldita sea! Si tan solo supiera hacer el mantenimiento, esto no pasaría —estaba tan desesperada porque el tiempo no dejaba de correr y pensar en que Darkmolet era prisionera de Kasch le generaba mucha angustia.

Golpeó el volante de Shadow Queen y observó con rabia la ubicación de Valeska. Le molestaba el hecho de que en vez de avanzar hubiese retrocedido a Valenstun, tal vez en el peor de los casos ni siquiera hubiese conocido a las personas que las atacaron en Ephigetsy. Lecryfhia se pasó las manos en la cara tratando de aferrarse a cualquier hilo de tranquilidad, sin embargo al ver la hora en el monitor, notó que solo habían pasado tan solo dos minutos.

—Universo por favor haz algo —suplicó apoyando la frente en el volante.

En ocasiones deseaba ser hermana de Darkmolet, porque su educación no se enfocaba en ser la inútil esposa de alguien, pero los problemas de su amiga eran lo suficientemente grandes solo con el hecho de tener a Kasch como hermano, y no solo eso, aunque Darkmolet no lo demostrara, podía notar que le molestaba no haber podido conocer a su madre.

Tenía tantos años conviviendo con Darkmolet que la conocía perfectamente y mejor que nadie. En esos momentos de soledad, era cuando tenía mucho tiempo para pensar, una de las cosas que deseaba era poder vivir con sus amigas en un lugar donde el credo no existiera, un sitio donde solo haya paz sin reglamentos extremos.

Lecryfhia se levantó del asiento y se recostó sobre su espalda en el piso, justo en el centro de la nave. Extrañaba a sus amigas, desde la batalla habían estado separadas por más de un mes. «¿En qué momento las cosas terminaron de ésta manera?», si superaban esos problemas, su amiga tendría que enfrentarse a Kasch para recuperar Mystic Night, no era algo sencillo lo que estaba ocurriendo, porque mientras en otros reinos, las princesas no podían ser amigas o ir de viaje de exploración, ellas lo hicieron muchas veces. «¿Qué querían lograr Darkerd y Zhaon permitiendo que conviviéramos juntas por mucho tiempo?», ahora que buscaba entender la situación, solo podía pensar en que la hermandad blanca no era tan correcta como parecía. Sus ojos comenzaron a cerrarse, el sueño se apoderó de ella.

La Caída De Absalón Station ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora