1O

279 40 8
                                    

Había pasado una semana desde mi acontecimiento con Seokmin, nos encontrábamos de vez en cuando y saludabamos, pero desde hace dos días siento que me está ¿Evitando? Si, eso me ha estado evitando.

¿Hice algo mal? No que recuerde, aunque tengo mala memoria, soy como esa pececita que sale en buscando a Nemo, aunque mi mamá dice que recuerdo lo que me conviene.

Ya me dirijo hacia mi casa porque no tengo nada mejor que hacer que recostarme en mi cama y mirar el techo mientras me introduzco en un viaje astral.

-¡Ya llegué mamá! -grité lanzando mi mochila al sofá-.

-¡Bienvenido hijo, estoy en la cocina ven a ayudarme!

-¡Ya voy!

Luego de ayudarla a poner los platos en la mesa nos sentamos a comer mientras platicábamos.

-¿Cómo vas con Seokmin?

Casi me atragantó con el arroz por la pregunta tan repentina.

-No lo sé, desde hace dos días no hablamos, y estoy seguro que no tengo oportunidad de ser más que su amigo, tiene novia. -musité un poco desganado, la verdad, no quería hablar sobre eso-.

-No hay que perder la esperanza, mi niño. -dijo apretando mis cachetes, sonríe en respuesta-. ¿Quieres ir conmigo al centro comercial?

-¿Tengo opción? -pregunté tomando un sorbo de mi jugo-.

-No.

-Entonces me cambiaré de ropa.

Subí a mi habitación y busque un conjunto no muy llamativo, al encontrarlo una sonrisa se dibujo en mis labios. Se trataba de una camiseta con las mangas hasta los codos color negra y unos jeans rotos de las rodillas, busque mis zapatos y me cambié. Una vez listo me mire al espejo arreglando mi cabello desordenado. La voz de mi mamá llamándome me hizo volver en sí, me mire por última vez en el espejo y salí corriendo escaleras abajo hasta encontrarme con mi mamá.

-¿Nos vamos?

-Espera, quiero comer otra deliciosa galleta. -corrí hacia la cocina alcanzando el paquete de galletas que mi papá compro la última vez-. ¡Ya está! Ahora sí, vámonos. -dije una vez estando junto a mi mamá-.

-¿Falta algo más, mami? -le pregunté revisando cada estante-.

-Mm, pan, mayonesa, galletas, la crema de afeitar, queso.. -mencionó leyendo cada cosa anotada en la pequeña lista que tenía en su mano-. Nop, tenemos todo.

-Está bien.. -dirigí mi mirada hacia el carrito-. ¡Mamá! ¡Te equivocaste de galletas!

-¿No es lo mismo?

-¡No! -exclamé dramático-. Las otras tienen esas deliciosas chispas de chocolate que tanto papá y yo amamos. -tomé el paquete de galletas en mis manos-. Estás solo están llenas de azúcar ¿Y lo peor? ¡Son más planas que yo! -la mujer soltó una risa al escuchar a su hijo-. ¡No es gracioso mamá! -se quejó dándose la vuelta decidido a buscar las otras galletas sin percatarse de la persona que estaba tras el. Samuel chocó contra el cuerpo de aquel individuo levantando la mirada rápidamente-. ¡Lo siento!

-No fue nada, Sam. -sonrió apretando el cachete del menor-.

-¡Auch! Dokyeom, no hagas eso. -se alejó dándose cuenta de la figura femenina parada frente a SeokMin, abrazo el brazo de su madre sintiéndose chiquito frente a los dos-.

-Buenas tardes señora Kim. -saludó la mujer-.

-Buenas tardes señora Lee.

¿¡SEÑORA LEE!? La voz de Jisung diciendo MMMM TU SUEGRA resonó en mi cabeza. Rovolví mi cabeza olvidando aquello, dirigí mi mirada hacia la mujer e hice una reverencia, la cual fue correspondida con una sonrisa. -Mamá, iré por las galletas. -solté el brazo de mi mamá y comencé a caminar, pero la voz de la señora Lee hizo que mis pies dejarán de andar-.

-SeokMin hijo, ¿Por qué no lo acompañas? -abrí los ojos dándome la vuelta-.

-N-No creo que sea necesario. -le hice señas a mi mamá disimuladamente pero parecía que ella no estaba de mi lado-.

-Vamos cariño, deja que SeokMin te acompañe.

-Bueno. -sonreí exageradamente-. Vamos Seok.

Un día de suerte. [SeokMuel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora