RYOKO
Estaba curando mi herida, limpiando bien el sitio para después vendarlo, ya no soportaba más estar así. Estaba demasiado preocupada por Tobirama que no sentía el dolor.
—Es un completo idiota.—estaba en mi cuarto caminando de un lado a otro.—Ya tardó tres días.
He estado tomando misiones que me permitan estar cerca de las fronteras para poder verlo si es que venía en camino, pero en ningún momento logré mi objetivo.
—¿Y si algo le pasó? —me senté de nuevo en la cama.—Debo de dejar tantas tonterías.
"¿En realidad me preocupo por el o es solo por la orden del hokage?"
—Claro que me preocupo por el, pero no sé si me gusta o solo es por una simple atracción.—llevé mis manos a mi cabello recargando mi codo sobre la herida de mi pierna causándome dolor.—Maldición.
Escuché el sonido de la puerta de mi casa, pensé que sería mi madre así que me coloqué un pantalón de pijama rápidamente y me dejé la blusa de tirantes que traía. Si era mi madre en unos minutos ella llegaría gritándome el porqué no tengo la cena preparada.
Acomodé mi cama para que pensara que acababa de llegar, estaba a punto de voltear cuando escucho la puerta de mi habitación abrirse y cerrarse.
—Ya estoy aquí.—unos brazos rodearon mi cuerpo.
Me giré rápidamente aguantándome el dolor de mi pierna para poder abrazarlo por la cintura. Recargué mi frente en su pecho para después sentir como depositaba un beso en mi cabeza.
—Te extrañé.—levanté mi mirada para ver su rostro, retiré mis brazos de su torso y los llevé a sus hombros para rodear su cuello.—¿Por qué tardaste tanto?—Hice que se agachara un poco para depositar un beso en su mejilla.
—Tuvimos unos pequeños problemas.—una mueca adornó su rostro.—Los hermanos Kinkaku y Ginkaku intentaron asesinarme en la reunión.
—¿Estás herido?—me separé un poco de el para inspeccionarlo.—¿Tu equipo? ¿Qué hay de kagami? Dime que el está bien.
—Tranquila.—tomó mi rostro.—Todos estamos bien, algo tensos, pero vivos.—Suspiré sosteniendo sus manos.
—Estoy harta de toda esta guerra.—di un paso hacia atrás.
—¿Por qué te alejas?—río un poco antes de jalarme a el de nuevo.
"¿Qué somos, Tobirama?" Quise preguntarle pero decidí callar.
—No lo sé.—Sonreí para pasar de nuevo mis manos por sus hombros.—Recuéstate en la cama.—lo empujé para llevarlo al colchón.
—¿Qué planeas hacer?—se colocó mirando al techo.
—No.—reí.—colócate boca abajo pero quítate la playera y casco.
—De acuerdo. —Hizo lo que le dije.
Busqué entre mis cajones un frasco con pomada hecho con hiervas medicinales. Me senté a un lado de él para poder abrir el frasco, tomar un poco con mis manos y esparcirlo por su espalda. Cerré el frasco colocándolo en el buró de a lado.
—Me sentaré un poco sobre tu trasero.—Solo escuché un pequeño "mmm" de su parte como una afirmación.
Empecé a realizar un masaje en su espalda, de vez en cuando el soltaba diferentes ruidos cuando hacía presión sobre diversos puntos.
—Tienes manos de diosa.
—Muchas gracias.—continué con mi trabajo hasta que sentí como se relajó completamente.
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Mi persona favorita. ~ Tobirama Senju ~
RomanceY es que sin querer, se convirtió en mi persona favorita. --------------------- Dale una oportunidad a la historia. Los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto, a excepción de la protagonista y los personajes que no aparecen en e...