Capítulo 23. "Ataque"

1K 97 31
                                    

TOBIRAMA





Tenía a todos mis hombres listos, solo faltaba decirles dónde y cuando planearíamos la emboscada. Pensaba hacerlo después de dos días ya que la tierra de las olas en un lugar lejos de las naciones por la tanto no tenía ningún Kage que lo protegiera y si entrábamos sin permiso podría haber una disputa.

Frente a mí estaban mi equipo, mi hermano, y los Jōnin. Ellos irían en grupos de 4 liderando a sus equipos chūnin. Solo los más capacitados podíamos llegar a ese lugar en tan corto tiempo y con la energía requerida.

—Necesito que presten mucha atención, hay posibles rumores de encontrar a los hermanos de Kumogakure.—enseñé un papel a mis hombres.—Debemos acabar con ellos cueste lo que cueste.

—Lord Tobirama, ¿Qué lugar planean atacar los hermanos oro y plata?—preguntó Saru.

—¿Cuándo haremos la emboscada?—Otra pregunta llegó.

—En dos días y el lugar es la tierra de las olas.

—¡No!—el grito de Kagami nos sorprendió a todos.

—¿Kagami, te sucede algo...?—pero entendí todo.—Está ahí, ¿no es así?—asintió preocupado.

Senti el alma abandonar mi cuerpo, Ryoko y mi hijo estaban en peligro, necesitaba llegar a tiempo y parar a esos crimínales.

—Tobirama.—miré a mi hermano el cual me llamaba.—Ve, yo me encargaré de cuidar la aldea a cualquier costo.

—De acuerdo.—me coloqué mi armadura.—Kagami, tu y yo iremos al frente.

—Sí, señor

No lo pensé dos veces cuando di la orden de partir lo más rápido posible, Hashirama se quedó con la mitad de los shinobi, incluyendo a unos cuantos Jōnin.

En el camino nos retrasaron los ataques de diferentes bandidos, los chūnin se encargaron de ellos. Nos alcanzaron minutos después.

—Hokage-sama, tengo miedo por lo que pueda pasarles.

—Kagami, también estoy asustado.—mi vista permanecía al frente.—Pero se que ella es fuerte.

—A este paso llegaremos al anochecer.—observé a mis hombres los cuales parecían tener energía.—Escúchenme, si alguno está cansado tiene permiso de parar.

—¡No, Lord Tobirama!

—Aún podemos seguir, Tobirama-sama.

—Acabemos con esta guerra para poder descansar debidamente.—todos me contestaron con un "sí".

Normalmente a paso lento se llega en cuatro días a la tierra de las olas, pero en un paso acelerado se puede en dos. Yo había marcado hace mucho tiempo en la mitad de camino, dándome la posibilidad de utilizar el Hiraishin no Jutsu para acortar el tiempo.

—¿Todavía tiene chakra?

—Sí, Saru.

—Si necesita que lo salve sólo dígalo.—siempre me ha animado lo energético que es.

Ya nos faltaba poco para llegar, a unos cuantos metros vimos humo proveniente del pueblo. Saqué un kunai con mi marca y lo lancé lo más lejos que pude lográndome transportar justamente en la entrada.

—Son de Konoha.—cuando nos divisaron los aliados de los criminales comenzaron a atacarnos.

—Ellos no están aquí.—me enfurecí al darme cuenta que habíamos llegado tarde.—De seguro se fueron después de causar todo este alboroto.

Mi persona favorita. ~ Tobirama Senju ~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora