Capítulo 18. "Cumpleaños."

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RYOKO




No sabía que ropa usar para la ocasión, tenía muchos vestidos los cuales me gustaban pero sabía que las personas invitadas irían muy elegantes a comparación mía.

—¿Por qué no usas unos de los kimono de mi difunta esposa?

—No puedo hacerlo, son cosas preciadas que ustedes todavía conservan.

—Ryoko, usa uno de ellos.—Kagami me tomó de la mano para ir al baúl dónde estaban guardados.—Se que ella te hubiera obligado a usar uno.—señaló la ropa.

Sin duda eran hermosos, pensé un momento en si debía o no usarlos, pero la mirada de ambas personas estaban llenas de esperanza en verme vistiendo uno.

—Mi esposa te adoró mucho, sería un honor que llevaras puesto algo de ella.—Asentí.

—No sé cómo agradecer todo lo que hacen por mi.—Me acerqué a abrazarlos.

—Yo no puedo asistir, hoy llegué muy cansado.—El señor Kiyoshi se retiraba para dormir.—Disfruten la noche.

Tomé uno de los atuendos y me apresuré a bañar, solo faltaban unas tres horas para la media noche así que tenía estar lista en menos de una hora. Me maquillé ligeramente, tomé un pañuelo del mismo color que el kimono para cubrir mi marca, escuché dos toques en mi puerta, al asomarme me di cuenta que afuera habían unos zapatos.

"¿Qué haría sin estos dos hombres?"

Salí de mi cuarto apresurada, en la sala me encontré con el pequeño Uchiha utilizando un traje tradicional de su clan.

—Eres hermoso, Kagami.—revolví su cabello.

—Tu también lo eres, mi pequeña Ryoko.—Ofreció su brazo para que yo lo tomara, ambos partimos a la fiesta.

Nunca creí sentirme insegura por mi vestimenta, pero esta noche quería que el me viera lo más hermosa posible. Quería darle un regalo el cual había conseguido con mis ahorros y mucho antes de nuestra pelea.

—Espero que le guste el regalo que le compré.—guardé la pequeña caja en mi traje.

—Lo compraste y adornaste gastándote la mayoría de tu dinero, se que le encantará.—picó mi mejilla.—Sin olvidar que lo hiciste con gran amor. En cambio yo le regalaré un Kunai con su nombre grabado, quiero mucho al sensei.

—Ese también es un buen regalo.—imité su acción.—Tus mejillas con suaves.

Ambos reímos en el camino hasta llegar a la casa, una vez ahí pasamos sin ningún problema, los hombres los cuales me cuidaron en la mañana eran los que estaban recibiendo a la gente.

Había gente notable de todos los clanes, unos de los rangos más altos que otros y sin duda este era el lugar en el cual se discutía quién era el más fuerte después de los Hokages.

—Yoichi está aquí junto con su padre.—Kagami me acercó más a él.—Estaré contigo en todo momento.

—Ya tenía una idea que el estaría aquí.—caminamos directo a los bocadillos.

Estuve alrededor de veinte minutos buscando a Tobirama con la vista, pero no aparecía. Solamente pude observar a Aiko quién estaba mostrando una mala cara mirando a todos.

—Tobirama-sensei está aquí.—escuché una voz a mi lado.

Miré a donde la gente hacía tanto alboroto, lo vi solo a unos metros mío. Se veía muy guapo. Una vez que nuestros ojos se conectaron no pudimos evitar sonreír.

—El que está con ellos es un clon de sombra.

—¿Qué?

—Tobirama-sama te espera en el patio trasero.—Kagami señaló con si cabeza un camino.—Te estaré esperando aquí.

Mi persona favorita. ~ Tobirama Senju ~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora