Mi persona favorita. ~ Tobirama Senju ~

Capítulo 11. "Herido en batalla"

RYOKO

Cuando desperté me decepcioné al no verlo a mi lado, pero más tristeza me causó al escucharlo decir: "Eres una gran amiga". Pero eso soy para el, no soy nada más.

Me alisté para ayudar en la puerta, hoy me tocaba revisar las listas de entrada, me apresuré a comer mi desayuno, cepillarme los dientes y finalmente salir rumbo a la entrada principal.

En el camino saludé a varias personas como era de costumbre, e incluso pensaba que hoy iba a ser un buen día hasta que me lo tope justo a unas cuadras antes de llegar a mi destino.

—Ryoko, te ves hermosa.

—Yoichi, si me disculpas llevo prisa.—Intenté esquivarlo pero se posicionó frente a mi.

—¿A dónde vas? ¿Con tu nuevo amante?

—¿A caso te importa?—frunció el ceño.—Deberías ir a atender a tu esposa en vez de estar preocupándote por la vida de los demás.

Pasé a su lado golpeando un poco su hombro, seguí caminando sin voltear a verlo, sabía que tenía demasiada rabia guarda hacia mi persona.

—¡No te acostumbres a la felicidad, Ryoko!—me hizo detenerme un poco.—¡Te aseguro que durará muy poco!

Decidí ignorarlo, no tomaría muy enserio sus palabras, ya nada de él me importaba en este momento.

Divisé a los shinobi que vigilaban la entrada a lo lejos, levanté una mano llamando su atención, lo cual logré fácilmente. Aceleré mi paso para llegar a ellos lo antes posible y al lograrlo paré de inmediato al reconocer su chakra.

—¿Sucede algo Ryoko?

—Es él, pero... ¿por qué viene a paso lento?

—No entendemos a que te refieres.

Los ignoré un momento, esto me estaba preocupando demasiado, normalmente el se apresura a su llegada para poder descansar.

—¡Byakugan!—El venía muy herido, al igual que su equipo.—Llamen al cuerpo médico y necesito a más hombres para todos.

—Sí.—uno se fue mientras el otro se quedó para ayudarme.

Tobirama, Saru y Kagami venían muy mal, mi pequeño hermano, si algo le llega a pasar no me lo perdonaría.

Nos acercamos a ellos, Danzō cargaba a Saru, Torifu cargaba a Koharu y Homura mientras Tobirama y Kagami venian sosteniéndose entre ellos.

—¿Están bien?—podría jurar que esa fue la pregunta más estúpida de parte del shinobi.—Creo que no.

—Alto, ya vendrá el equipo médico, quédense aquí.—Acostamos a todos en el piso para mantenerlos inmóviles.—Por favor, resistan.

—¿Qué sucedió?

—Una emboscada, no sentimos ni su chakra, si no fuera por el sharingan de Kagami y Tobirama-sensei...—Danzō apretó sus puños soltando unas lágrimas.—No pude hacer mucho, si tan solo fuera más fuerte.

—No es tu culpa, Danzō.—Saru habló con dificultad.—Todos hicimos lo que estuvo a nuestro alcance.—Me miró.—Me alegra que tu nos recibas, tu belleza nos cura.

—Saru, es mi hermana.—Kagami trató de reír pero hizo una mueca.—Además es mayor que tu.

—No te esfuerces.—limpié un poco la cara de mi hermano.—Guarda tus fuerzas, todos háganlo, se los suplico.

—Tengo hambre, sensei.—Torifu captó la atención de Tobirama.—Si salimos vivos, llévenos a cenar.

—De acuerdo.—tomé su mano indicándole que estaba ahí para él, pero el discretamente la quitó.