Y es que sin querer, se convirtió en mi persona favorita.
---------------------
Dale una oportunidad a la historia.
Los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto, a excepción de la protagonista y los personajes que no aparecen en e...
Nota: Acabo de crear este Avatar de Ryoko Hyuga, ¿Qué les parece?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
TOBIRAMA
Tenía a Yoichi frente a nosotros, él había pedido a Ryoko hablar a solas mientras me miraba serio.
—Vamos.—Señaló un camino para la parte trasera del recinto.
—No puedo permitir que vayas sola.—la tomé del brazo cuando ella comenzó a caminar.
—Estaré bien, no te preocupes.—Puso su mano sobre la mía.—Después de platicar con el me iré a casa.
Dudé en soltarla, sinceramente no me gustaba la actitud ni la manera en que él la estaba mirando.
—¿Desde cuando te acuestas con el? ¿Ahora eres una Oiran*?
Al escuchar esa palabra una oleada de ira me recorrió, solté a Ryoko para poder golpear a Yoichi sin importarme que fuera el hijo y futuro líder del clan Hyuga. Sentí unos brazos sostenerme, no tenía que mirar para saber que se trataba de mi hermano.
—Suéltame, este imbécil merece una...
Callé al ver como Yoichi era derribado por el puñetazo en la mandíbula que había recibido de parte de la mujer frente a nosotros.
—No debe importarte lo que hago con mi vida.—Se agachó a su altura.—Si me acuesto con él o no, ya no es de tu incumbencia.
—Fuiste mía y lo serás de nuevo.—limpió un poco de la sangre que había salido de su boca.—De eso me encargo yo.
Mi fuerza fue más grande que la de mi hermano, me separé de el escuchando los gritos de Mito pidiendo que nos detuviéramos. Tomé a Yoichi del cuello de su traje tradicional y lo levanté hasta aventarlo contra la pared.
—Discúlpate con ella.—acerqué mi rostro al suyo.—¡Hazlo!
—No tengo porqué disculparme con gente tan barata.—Rió.—Ni siquiera terminó conmigo y ya estaba acostándose contigo.
—¡Tu y yo no nos habíamos visto en mucho tiempo!—Ella tenía lágrimas en sus ojos.—No tienes derecho a reclamarme cuando te acabas de casar.
—¿Va a golpearme, Tobirama-sama?—Su tono de voz era desagradable, no lo soportaba ni un segundo más.
—Si es no lo hace, yo lo haré.
Todos miramos al dueño de esa voz, el padre de Yoichi, estaba observando la escena con el ceño fruncido. Me separé de su hijo al ver que el se acercaba y sin esperar más lo cacheteó.
—Padre...
—Eres una vergüenza para el clan, por eso nombré a tu hermano pequeño heredero.—Esto si era una sorpresa.—Lamentablemente el ya no está con nosotros y no me queda de otra.—El señor Toshio nos dió la cara a todos nosotros.—Acepten mis más sinceras disculpas por el comportamiento de mi hijo.
