Y es que sin querer, se convirtió en mi persona favorita.
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Dale una oportunidad a la historia.
Los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto, a excepción de la protagonista y los personajes que no aparecen en e...
Kagami y Kira en multimedia. (Créditos de la imagen a su creador)
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RYOKO
Después del largo viaje por fin llegamos a la aldea, traía cargando a mi bebé en la recta final del camino , Biwoko y Kagami tenía a dos niños cada uno tomados de la mano.
—¡Por fin llegaste!—La voz de Mito fue audible para todos.—Quiero ver a mi sobrino.
Cuando llegó a mi me abrazó cuidando de no dañar al bebé. Se acercó lentamente a Kimura admirándolo, detrás de ella se encontraba su esposo quien claramente tenía marcas de golpes por su rostro.
—Que bueno que estés bien, Ryoko.
—Gracias, me alegro que usted también, Hashirama-sama.—saludé, no sería grosera.—Me enteré que también tuviste a tu bebé, quisiera conocerlo.—miré a Mito buscando a su hijo pero no lo encontré.
—Claro, estoy segura que nuestros hijos serán grandes amigos, sin olvidar que son familia.—besó la manita de mi hijo.—Lo dejé en casa, las nanas lo cuidan.
"Familia."
—Mi niña, te extrañé tanto.—El señor Kiyoshi se hizo camino entre todas las personas acompañado de Kira.
—También lo extrañé mucho.—Lloré abrazándolo.—Quiero presentarle a su nieto.
—Es muy hermoso.—lo cargó.—Me recuerda cuando Kagami era bebé y tenía que estarlo limpiando a cada rato.
—Papá, no es necesario que digas esas cosas.—cubrió las orejas de su novia.—No lo escuches, solo quiere avergonzarme.
—Está bien, ya vi tu album de fotos.
No pude evitar reír, esto era lo que necesitaba para poder sentirme de nuevo en casa sin ninguna preocupación.
—Oh, quiénes son estos niños.—Mito se agachó a su altura.
—Son los que mi amiga, Biwako.—la señalé.—y yo cuidábamos en el orfanato, no podía dejarlos.
—Mucho gusto a todos.—saludó ocultándose detrás de Saru, este no podía estar más feliz.
—El gusto es nuestro, querida.—Extendió los brazos a los niños.—Yo soy Mito Uzumaki y también estaré al pendiente de ustedes.—ellos no dudaron en abrazarla.
—Los llevaré a la casa que compartía con mi madre, ahí estaremos un tiempo hasta encontrar un lugar más grande.
Pude notar como Tobirama me miraba fijamente, en el camino me mencionó muchas veces que quería vivir juntos por nuestro hijo, pero sinceramente no estaba preparada.
