RYOKO.
Un mes, ha pasado exactamente un mes desde la última vez que vi a Tobirama. Desde ese entonces todo ha cambiado, mi madre me corrió de la casa, me trató de la "hija inútil que no puede mantener a un hombre cerca." Esa misma noche le conté lo qué pasó con el hombre al cual amo, y ella se puso de su lado, creí que por ser su hija me apoyaría o me daría un consejo, pero me equivoqué.
Kagami y su padre me aceptaron en su casa, me dió mucha vergüenza el llegar y contarles lo sucedido, les dije que a la mañana siguiente me iría a buscar un departamento. Automáticamente me regañaron, me recordaron que ellos también eran mi familia y que me quedara con ellos a vivir.
Las misiones me han llegado a través de Kagami, el me mencionó que Tobirama ha estado muy triste y distante, muchas veces pretendía escucharlo, la verdad ya no quería saber nada de él.
No he descansado ni un minuto, cada que termino una misión inmediatamente tengo que salir a otra. No me incomoda, es más me agrada, así puedo pensar en cualquier otra cosa e incluso descargo mi ira.
—Es muy difícil tratar de pretender que él no existe.—susurré.—Pero tendré que hacerlo.
—No te distraigas en una pele...—le corté el cuello a mi contrincante.
—¿Decías?—dejé de mirarlo para fijar mi atención en todos los que faltaban.—Ustedes también morirán.
—Ya veremos.—de nuevo otra batalla.
Muertes, sangre, personas, es todo lo que me ha rodeado en estos días, las misiones que deberían de cumplir los cazadores ANBU.
—Que gran trabajo, Ryoko-san.—uno de mis compañeros me tocó el hombro.
—Matar no es un gran trabajo.
—Han surgido algunos rumores.—lo miré indicando que continuara.—Se dice que ya no sale con Tobirama-sama.
—Nunca fuimos nada.
—El dijo muchas veces que usted era su mujer.
—Yo no soy mujer de nadie.—caminé lejos de él para acercarme y quemarlos.—Terminemos aquí para irnos.
Kagami me había estado regañado por mi sadismo a la hora de matar a personas o sacarles información. Me disculpé con el por mi manera de actuar. Mi pequeño hermanito me había estado dando consejos de sacar la ira que traía dentro de otra manera, entrenando por ejemplo.
—¿Qué te parece si corremos diez kilómetros y después nos enfrentamos en batalla? Mi sharingan contra tu byakugan.
—Me parece perfecto.
Ambos nos posicionamos para comenzar la carrera, un agradable viento sopló dejando que varias hojas de un árbol cayeran, la primera en tocar el suelo nos dió nuestro aviso para iniciar. Kagami era mucho más rápido y ágil que yo, por algo él era un ninja de élite a su corta edad. Todo el camino siempre estuve detrás de el por unos metros.
—Es imposible ganarte.—me apoyé en el al llegar a nuestra meta.
—Si no estuvieras tan distraída podrías haberme alcanzado.—Me apoyé en mis rodillas para tomar un poco de aire.—Ah, creo que debes irte.
—¿Qué?—levanté mis vista y me di cuenta el porqué de su comentario.
—Tobirama, sensei.—Kagami saludó.
—Hokage-sama.—reverencié.—Kagami, me retiro.—besé su mejilla.—Dejaremos esa pelea para después.
—No tienes que irte.—habló.—Quería hablar sobre los reportes de misión.
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Mi persona favorita. ~ Tobirama Senju ~
RomanceY es que sin querer, se convirtió en mi persona favorita. --------------------- Dale una oportunidad a la historia. Los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto, a excepción de la protagonista y los personajes que no aparecen en e...