El Club de los Perdedores. (IT)

Temporada 2 Capítulo 8

Capítulo 8: "La mejor hermana mayor"

Narra ____

Antes de empezar el ritual, Mike nos advirtió que el ritual era una pelea de voluntad.

Todo lo que hicimos antes, fueron los primeros pasos.

Ahora este es el último paso.

Mire abajo al notar que el fuego de la vasija se había apagado.

— ¿Qué carajos?

Alzamos las cabezas al notar una fuerte luz encima nuestro.

— ¡Luces de la muerte, no los mires!— Dijo el de tez morena.— Luz en la oscuridad...¡Luz en la oscuridad, díganlo!

Cerramos los ojos y repetimos lo que nos dijo Mike.

— ¡Luz en la oscuridad, luz en la oscuridad!— Mis ojos estaban cerrados con fuerza, no sabíamos lo que pasaría luego de esto.

Sentíamos las luces cada vez más cerca, gritábamos cada vez más fuerte, un fuerte viento hacía que mis cabellos fueran a mi rostro.

Nos percatamos que las luces ya no iban a nuestro rostro, rápido Mike tapó la vasija.

— ¡Luz en la oscuridad!— Seguía diciendo Eddie.— ¿Ya lo logramos?

— ¿E-Eh?— Dije al ver como un globo rojo salía de la vasija.

— ¿Mike esto debería pasar?— Preguntó Richie con temor, apretó mi mano con fuerza y me acercó más a él.

Seguimos diciendo esa frase, pero parecía no hacer efecto y el globo seguía creciendo.

Ahogué un grito, al ver como el globo se infló de tal manera repentina que Mike y Bill cayeron.

Nos acorraló en estas paredes con picos, pero seguía inflándose.

— ¡Ven, vamos!— Jaló mi brazo, Richie. Saliendo entre los picos, al igual que los demás.

Ese maldito globo seguía creciendo, ya sobrepasando esas paredes.

— Quédate junto a mí.— Murmuró Richie sin soltar mi mano y asentí, me tensé al ver como ese globo estalló.

Eso provocó que nos soltáramos y cayéramos alejados unos metros.

— ¡____!— No sabía la voz de quien era, solo sabía que era de hombre.

No escuchaba casi nada, como si mis oídos hubieran sido tapados.

Tomé mi linterna con algo de dificultad, y sentí que me levantaban, era Bill.

Nos juntamos con los demás y fui rápido hacia Richie, que me abrazó.

— ¡Idiota, me diste un susto!— Le correspondí, y rápido nos separamos.