cap 8

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Al llegar, entró a la casa, vió muebles nuevos, realmente ese gigante tenía habilidad para poder hacer todo eso.

Subió lentamente al segundo piso y se dirigió a la habitación grande.

Abrió lentamente la puerta y vió al gigante dormido.

Tomó valor y se acercó, se incó y recargó sus manos en la cama.

-realmente es tan guapo!. Dijo en su mente Gun.

Admiraba lo guapo que era ese gigante..

Su corazón latía a una velocidad increíble, se preguntaba porqué?

-estoy enamorado?.  Se dijo así mismo.

Pues nunca se había enamorado de nadie.

Seguía mirando ese hermoso rostro, miró sus ojos, su nariz, sus labios.

Esos labios le atraían a Gun.

De la nada, Off abrió sus ojos.

Y el pequeño se asustó al ver que ese gigante guapo lo estaba viendo.

Y en su intento de pararse, solo logró tropezarse con su pie y cayó al suelo.

Off  por su parte, también se asustó de ver a alguien en su habitación, se puso de pie y se recargó a la ventana un poco asustado.

Intentó acercarse a ese pequeño hombrecito, realmente deseaba saber quien era y que hacía en su casa, pues en tanto tiempo ninguna persona se había acercado a la casa ni mucho menos entrado.

Pero cuando dió el primer paso para acercarse al pequeño.

Gun comenzó a suplicar.

-por favor! No me hagas daño! Te lo pido!.

-que?. Dijo Off enojado.

-no me hagas daño, te lo pido.

-quien eres! Y que haces en mi casa!, sal de una maldita vez!. Decía enojado.

-esta bien! Me iré. Dijo asustado.

Giró su mochila y la abrió.

-que! Que estas haciendo!. Dijo Off.

-He visto que te has comido lo que he dejado, te dejaré esto.  Dijo nervioso.

Off estaba confundido.

Sacó todo, se puso de pie y salió corriendo.

Off solo miró lo que ese pequeño le había dejado en el piso.

Ni siquiera se dió cuenta cuando se fue.

-entonces la bruja maldita, no era quien me dejaba los postres, galletas, sandwiches y jugos?. Decía confundido.

-siempre fue él?.

Alzó su mirada con tal de preguntarle a ese pequeño, pero ya no lo vió.

Se maldijo por no darse cuenta.

Salió de su habitación y bajó, salió de su casa, esperando ver al pequeño.

Pero ya no estaba.

-maldita sea! Se fue y no pude preguntarle nada!.

Subió de nuevo a su habitación y vió unas galletas que olían a recien horneadas, las probó y quedó maravillado.

-realmente saben delicioso. 

En su mente agradeció a ese chico, porque gracias a él, ultimamente había comido muy rico.

EL AMOR DE UN GIGANTE (OFFGUN) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora