capitulo 11

81 40 2
                                    

16 de enero de 2017.

—Entonces, ahora son amigos —Exclama Isa al terminar de explicarle lo que sucedió anoche.

Sonrió al recordar a Carlos,

—Eso parece —Digo pensativa—. ¿Qué opinas sobre eso?

—Honestamente Carlos se ve buena persona —Asiento afirmándolo—. Me sorprende un poco su actitud, puesto que las veces que ha venido a hablado muy poco, pensé que era alguien más cerrado.

—Quizás lo sea, pienso igual es un poco reservado y muy dulce, a decir verdad, pero sorpresivamente me agrada —Sonrió—, tiene ese efecto de darle calma a mi corazón y eso es extraño porque apenas lo conozco.

Isa suelta una carcajada a mi lado, esta resuena en mi oído afectando mi pobre tímpano, la miro molesta y esta cubre su boca en un intento de refrenar sus risas, se ríe como cual foca.

Ambas nos encontramos en mi habitación como no, recostadas en mi cama, rememorando los sucesos de ayer en la noche, fue tranquilizador saber que mamá no se vio afecta por tal escena de la que fuimos protagonistas.

Carlos hizo un bien a la humanidad, al apartarme de allí, no solo conseguí desahogar los sentimientos encontrados de esa noche y que floreciera una nueva amistad, sino que también logro que mis nervios se mantuvieran a raya y no arruinarle la noche a mamá.

Al Carlos y yo irnos, la contienda no llego a mayores, Isabella se llevó a Ana a nuestra mesa y Max se dignó a llevarse a Valentina a su mesa, con lo último no supe como sentirme si feliz o triste.

Carlos me mantuvo entretenida por un buen rato en aquel balcón, hablamos un poco de todo y a la vez de nada, me hizo reír y por un momento olvide donde estaba, que me encontraba llorando antes y luego volvimos a la mesa junto a Isa y Ana.

Allí juntos, no pudimos pasarla mejor, sobre esa mesa se posaron anécdotas, chistes malos y carcajadas sanadoras, haciendo que olvidara por completo los presentes en la mesa frente a nosotros.

Un leve pero molesto manotón en mi brazo me trae de nuevo a la realidad, sacándome como de costumbre de mis cavilaciones. Isabella parece que en cualquier momento le dará un ataque o algo parecido, se ríe como cual foca a mi lado cubriendo su boca con una mano y con la otra da suaves manotones en mi brazo.

La miro molesta.

—¿Se puede saber que te causa tanta gracia? —Inquiero irritada.

Ella se sienta en la cama sosteniendo su estómago.

—Te vas a enojar —Comenta como puede entre risas.

La miro anonadada y molesta.

—¡Isabella! —Me quejo.

—Bien, es solo que es gracioso Nela, ambos hermanos tienen efecto en ti, Carlos tiene el efecto de darle calma a tu corazón y por el contrario Max tiene el efecto de alterarlo y hacer que palpite con fuerza —Explica cansada y agitada por tanto reír.

Sonrió sorprendiéndola.

—Es cierto, ambos son importantes —Exclamo—. ¿Sabes? Carlos me dijo algo curioso, dijo que no podía juzgar las decisiones de su hermano, sin embargo, las entendía, eso me hace pensar que debe haber alguna explicación al extraño comportamiento de Max —Explico. Isabella me mira pensativa.

—Tiene que haber una explicación lógica Nela, espero que Max en algún momento te la de —Toma mis manos con cariño—. Pero lo cierto, es que ahora te está haciendo daño y eso es algo que no se puede justificar, esperemos sus razones sean validas, aunque tengo la creencia que no existe validez para lastimar a una persona —Concluye.

Friends. Toma decisiones que te hagan crecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora