capítulo 1

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Abril de 2015

Ella me observa expectante, esperando una respuesta positiva de mi parte, definitivamente está loca, lo que me pide es arriesgado.

—Isa, mi respuesta sigue siendo un rotundo no—Declaro mordaz.

Sin embargo, ella no se da por vencida, me mira suplicante mientras junta sus manos como si fuera a orar y me suplica, esto sí que es el colmo, definitivamente ella carece de cordura.

—¡Por favor! Regresaremos temprano Nela, mamá no se dará cuenta además solo comeremos y nos venimos ¡Vamos! —Sigue arrodillada en el piso, esto es ridículo.

—No, lo que me pides es inaudito, no voy a desobedecer a mamá por un capricho tuyo, mejor anda a estudiar para tu examen ¿Ya leíste el libro de esta semana? —Cuestiono intentando que se olvide de esa loca idea.

Nuestra madre ama la literatura, ella afirma que en los libros está el secreto de la vida, puesto que estos nos ayudan a ser mejores personas, por tanto nos da un libro semanal, cada lunes nos da un lugar al cual viajar, una vida que conocer y sentimientos que experimentar y los domingos se lo entregamos junto a un pequeño resumen de este, claro está que algunos en ocasiones nos toma más de una semana en terminarlo y ella es comprensiva en ese aspecto, solo que a Isa casi siempre le toma a veces hasta un mes.

— Nela, sé que jamás hemos escapado de casa, no creas que no me asusta, pero más me asusta volverme una amargada encerrada en esta casa, quiero salir con mis amigos, divertirme y actuar como una chica de mi edad —Replica levantándose del suelo y sentándose a mi lado en el sofá —, y aunque no lo creas, ya termine el libro y mi resumen.

La miro anonadada, eso sí que es algo nuevo, hoy es sábado por tanto yo también termine el mío esta mañana.

—Leer es divertido, a mí no me gustaría ser como las chicas de mi edad, son irresponsables y viven la vida sin importarles el futuro —Respondo sincera.

Las chicas a los 16 solo piensan irreflexivamente y actúan de manera irresponsable, no me veo actuando de tal modo.

Isa resopla frustrada y rueda sus ojos molesta, mamá la ha regañado innumerables veces por tal falta de respeto y pocos modales.

—Nela, si quieres ser una amargada bien por ti, pero yo no, si no me acompañarás iré sola, pero no me quedare aquí, estuve toda la semana esperando para ir, así que adiós —Declara altiva y se levanta de un salto del sofá.

No me sorprende su actitud no es nada nuevo, sin embargo, analizo un poco la situación no la puedo retener la conozco, es impulsiva se las ingeniara para salir de igual forma, por otro lado, no quiero ir sé que de alguna forma nos traerá consecuencias y si mamá se entera nos castigara de por vida.

—Está bien tú ganas, iré contigo, pero solo porque tengo que cuidarte, no creas que estoy de acuerdo con ninguna de las tonterías que has dicho —Respondo incorporándome del sofá.

Ella sonríe, me abraza mientras da pequeños brincos de la emoción— Gracias, gracias, gracias —Agradece emocionada mientras se separa.

—No las des, ¿A qué hora quedaron? Y ¿dónde queda la pizzería a la que van? —Cuestiono con tono autoritario.

—A las cuatro, son apenas las 3 así que aún tenemos tiempo de llegar, tenemos que ir a la plaza del centro para luego irnos todos juntos a la pizzería —responde.

Genial, una plaza llena de personas desconocidas y ni siquiera sabe a dónde vamos, que clase de invitación es esa.

—Vayámonos rápido antes de que me arrepienta Isabela —Digo disponiéndome a salir.

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