capitulo 6

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Mayo 2016

El sonido del despertador retumba en mis oídos avisándome que ya es momento de levantarse, respiro profundo dos veces intentando tomar fuerzas de voluntad para levantarme ya, y no hacerle caso a esa vocecita en mi cabeza que me dice que duerma un par de minutos más.

Antes de levantarme pasa por mi mente el último mensaje de Max anoche y no puedo evitar sonreír como tonta, estos meses hemos estado hablando muchísimo más que antes, incluso le he hablado a mamá sobre él, claro no tanto, solo que es mi mejor amigo, el hecho de que él sea la causa de mi sonrisa me lo reservo, es una información que se mantendrá como confidencial, solo Isa sabe sobre ello.

Con respecto a Isa, no hemos vuelto a discutir sobre el tema, sabe lo que siento por él, pero respeta el hecho de que no quiera discutir sobre el tema, respeta mi decisión de mantener mi relación con él como una buena amistad en un intento desesperado de no perderlo por completo y mantenerlo cerca de mí.

Claro está que a veces si me molesta un poco afirmando que Max siente lo mismo que yo y que no me ve como una simple amiga. Yo solo guardo silencio, aunque me cueste reconocerlo he visto como él me mira, con un brillo especial con el que no mira a nadie más, una parte de mi entiende lo que su mirada me quiere decir y la otra solo se hace la desentendida para no causar problemas, las cosas están bien como están.

Salgo de mis cavilaciones y decido que ahora sí es momento de levantarse, me baño, me cambio rápidamente y bajo a desayunar.

Al bajar escucho las risas de Isa y mamá en la cocina, sonrió y me reúno con ellas.

—¡BUENOSS DIAS! —Grito feliz sorprendiendo a ambas.

—Buenos días cariño —Saluda mamá recibiéndome con un abrazo y un beso en la mejilla.

—Buen día, hermanita —Dice Isa dándome un beso en la mejilla y colocando su plato vacío en el fregadero.

—¿Como amanecieron? —Pregunto sirviéndome el desayuno.

—Al parecer hermana, no tan feliz como tú.

Le saco la lengua y ella solo ríe algo extrañada por mi gesto infantil, pero no comenta nada más.

—Bien pequeña —Responde mamá— Pero Isa tiene razón ¿A qué se debe tanta felicidad? —Cuestiona curiosa.

A que Max anoche dijo que me quería.

—Se debe a que tengo a la mejor mamá del mundo, y a la mejor hermana del planeta ¿Hay mejores razones que esas? —Respondo sonriente.

Isa y mamá intercambian una mirada de complicidad y se ríen, sin embargo, no hacen comentarios al respecto.

—Sin duda, son suficientes razones —Concuerda mi madre dándome un beso en la mejilla—. Bien niñas, apresúrense para llevarlas a la escuela —Ordena dejando su taza de café vacía en el fregadero.

—¿Y Jorge? —Pregunto curiosa devorando rápidamente mi desayuno.

—El no podrá llevarlas hoy, tiene una reunión en la escuela de sus nietos, pero pasara a buscarlas luego de clases.

Doy un asentimiento de cabeza en forma de respuesta y coloco mi plato vacío en el fregadero, arrugo un poco el ceño al ver todos los platos que han quedado sucios recordando que me toca lavarlos hoy, me lo pienso un poco si lavarlos o no, termino decidiendo, que no, pues ya es muy tarde.

Los lavare cuando regrese.

***

Me gusta aprender, me encanta saber un poco de todo, sin embargo, aunque parezca extraño odio estudiar, es algo contradictorio, pero así soy, toda una rareza.

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