Capítulo 10

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Enero 2017

4 meses, es el primer pensamiento que me invade al abrir mis ojos, no he observado el calendario, no he revisado mi teléfono, pero la bienvenida a enero la tengo más que clara, la fecha grababa en mi corazón con tinta permanente.

Es aceptable preguntarse ¿4 meses de qué? Pues 4 meses desde que mi sonrisa se borró de mi rostro, donde mi corazón alquilo un ardor agonizante, 4 meses que el primer hombre en romper mi corazón nos abandonó, y no, mi tristeza no es por su causa, sino por esa sonrisa y esos ojos negros que no abandonan mi mente.

Por culpa de Max.

A veces no me gusta decir mis miedos en voz alta siento que, si lo hago se cumplirán, pero sucedió algo inesperado, mis miedos más secretos, esos que tenía bajo custodia en lo más recóndito de mi mente se han hecho realidad.

Escuchó como mamá toca mi puerta en espera de que me levante, asegurando que me he quedado dormida.

No madre, lo último que puedo hacer últimamente es dormir, aunque sea lo que más desee hacer. No quiero levantarme de la cama, no quiero ir a la escuela, no quiero verlos.

—¡Anthonella levántate ya o llegaran tarde! —Ordena mamá desde la puerta molesta mirándome acusatoriamente.

Me levanto sin muchas ganas sentándome en la cama e intento dedicarle un intento de sonrisa. Ella niega.

—Apresúrate, tienes 20 minutos —Concluye saliendo de la habitación.

Dejándome de nuevo en mis burbujas de pensamientos. Respiro profundo y con la poca fuerza de voluntad que me queda me dirijo al baño a quitar la suciedad de mi cuerpo.

Me felicitó mentalmente al estar lista en tan solo 15 minutos, aun me quedan 5 minutos para comer algo. Bajo apresuradamente a la cocina, sonrió al observar el desayuno servido en la mesa.

—¡Buenos días familia! —Saludo dejando un beso en la mejilla de mamá y dando un rápido abrazo a Isa, haciendo que casi le cayera leche en su uniforme— Lo siento —Me disculpo ubicándome en una silla junto al mesón.

—Tranquila —sonríe amable—. ¿Como éstas? —Pregunta preocupada, ella sabe de toda la situación actual.

Inmediatamente el cubierto que tenía en mi mano a un paso de llevar a mi boca cae sobre la mesa, ella me mira angustiada.

Dejo la comida a medio comer y subo a mi habitación, allí vuelvo a sentarme en mi cama mientras las lágrimas salen a su parecer sin poder contenerlas.

Al pasar unos minutos siento los brazos de Isa rodeando mi cuerpo, en ella me permito llorar- Tranquila hermanita- Me consuela ella.

—Estoy tranquila —Ella me mira como si hubiera perdido la cabeza—. En serio lo estoy, la tristeza pronto se ira, en lo que mi corazón lo asimile, entre más repita que estoy bien, más real será-Digo limpiando con mis manos cualquier rastro de llanto.

Ella me mira con tristeza, quiere decir algo más, la interrumpo antes que lo haga.

—Vámonos ya o de lo contrario en verdad llegaremos tarde.

Me levantó de inmediato de la cama, tomo mis cosas y bajo junto a ella, mamá se despide de nosotras con dos besos, y ambas subimos al coche junto a Jorge, para ir a la escuela.

Jorge deja a Isa en su escuela, y al dirigirse a la mía solo puedo pensar en el deseo ferviente de que quede a más distancia, sin embargo, llegamos en menos de diez minutos.

Jorge espera que baje del coche inmediatamente, más mis planes son otros, me quedó observando todo por la ventana del coche, veo los chicos de mi edad conversar animadamente penetrados en sus propios asuntos, en conversaciones banales y triviales.

Friends. Toma decisiones que te hagan crecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora