Capítulo XII: sangre vino tinto

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Estábamos listos para zarpar al fin de Brest y así volver al océano que tanto aclama por nuestro navío. Thomas estaba en el timón navegando el barco fuera y muy lejos de aquel muelle.

Según nuestro acuerdo con el hermano de Thomas debíamos de encontrar la cruz antes de terminar el mes, con solo menos de quince días era que contábamos así que debíamos ponernos en marcha como pudiésemos.

Aunque según la bruja del pozo oscuro había mencionado que la cruz pudiese estar aún en Francia, pero Thomas quería buscar en Nantes unos suministros que Vicente Gambi, le iba a vender, ya que Thomas temía que los que su hermano Pierre le dio no fueran suficientes.

El viaje sería corto y sin ningún problema, aparte que Thomas quería evitar un tiempo seguir en las costas de Brets para evitar cualquier sospecha. Los piratas no están muy acostumbrados a estar tanto tiempo en tierra y el hecho de que tuviésemos que estar con bajos perfiles hacía más complicado nuestras andanzas en tierra.

Thomas llegó por mi costado dándome una buena sorpresa, ya que pensaba que seguía en el timón del barco.

—Bueno, aunque nos tomemos un descanso antes de la búsqueda, quisiera ver esa carta que te dejo tu madre para que la encuentres. Nunca la he visto y no me dijiste bien lo que decía. Si vamos a buscar ahora ese zafiro por tu culpa, al menos ayúdame a encontrarlo.

Yo saqué de adentro de mi faja un papel que estaba guardado con cautela en éste. Lo desdoble con cuidado, se lo mostré a Thomas y leí textualmente los escrito en la carta.

—"Mi querida pequeña, nosotros en verdad te amamos y adoramos, siendo aquel tesoro que no podemos conservar. Si deseas buscarme, no me opondré a ello. Ve hacia la gama de tu mirada, desciende al gran imperio de los caídos y en una bala perdida que se adentro en la iluminación divina, descubrirás a tu verdadero destino.".

Thomas quedó pensativo, analizando cada palabra que estaba plasmada en aquella hoja de papel antigua. Era difícil descifrar el acertijo que mi madre había puesto para encontrarla. No entendía porque lo hizo tan difícil y misterioso, como si quisiera hacer que me esfuerce en buscarla.

—Creo que entiendo una parte...cuando se refiere a "la gama de tu mirada", no estoy seguro pero habla sobre el color de tus ojos. Te dice que vayas en busca del color de tus ojos, los cuales son zafiros. Te dice indirectamente que busques el zafiro Victoria—Estaba sorprendida, nunca lo había visto de esa manera hasta que Thomas lo dedujo, ahora parecía tan claro—Pero cuando habla sobre descender al imperio de los caídos...no comprendo...¿Sera que habla sobre una iglesia o un santuario?

Él pensaba con detenimiento cada palabra. Yo había intentado a veces descifrarlo pero no era buena para los acertijos y también porque una parte de mi trataba de evitar saber dónde estaba mi madre. No la odió por lo que me hizo, solo que es difícil encontrarte con alguien que te abandono después de dieciocho años. En decir ¿Qué sería lo primero que le diría? ¿Cómo reaccionara al verme después de todo este tiempo? ¿Y si no me quiere en verdad? Eran preguntas que me atormentaban día a día y no sabía si podría afrontar tal impacto.

Mire a mi alrededor, dónde la tripulación de Thomas trabajaba ardua limpiando el barco. Estaba en su código pirata mantener limpio el barco cada día y limpiaban de él dos veces a la semana. Eran más limpios y ordenados con el barco que con su mismo aspecto físico, algunos parecían incluso pordioseros de la calle y tenían tendencias a actuar de manera bárbara.

Thomas noto que había un cuervo con un ligero trozo de ceda roja atada a su pata. El coloco dos de sus dedos dentro de su boca y soplo dejando salir un fuerte silbido, el cuervo al escuchar el silbido de Thomas, este dio un giro en el aire y se acercó a él, posándose en el brazo que Thomas había extendido para él.

La Cruz de Zafiro [Terminada]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora