Capítulo XXI: Trato roto

91 26 6
                                    

Estábamos cerca de la costa de La Rochelle, dentro de 30 minutos estaríamos tocando el muelle y partiendo camino a Orleans. Debía hablar con Thomas rápido y convencerlo de llevar a Olivier con nosotros, pero sería todo un desafío porque no era llevarlo como parte de la tripulación, Thomas debía entender lo importante que era descifrar a tiempo el acertijo, estuvimos mucho tiempo vagando por Brets y por el mar, no habíamos hecho casi ningún avance desde que hablamos con la bruja, y el hecho de haber encontrado a otro Pandora y una piedra de Dios me hacía sentir que estábamos cerca de hallar la cruz y encontrar a mi madre al fin.

Thomas estaba en el timón del barco, como siempre le encantaba llevar las riendas de su propio navío siendo imposible quitarlo de ahí. Subí por los escalones de la cubierta hasta llegar donde estaba Thomas, él me recibió alado suyo con una sonrisa cálida, me hizo recordar aquel pecado que hicimos después del funeral, aquel que tanto atormenta mi alma y atenta con llevarme al infierno inmediatamente. Mis mejillas se coloraron un poco lo cual él noto al instante haciendo convirtiendo ahora su sonrisa en una victoriosa, no se porque a él le gustaba tanto verme así o hacerme sentir de esta manera.

“Concéntrate Victoria, tu misión ahora es convencer a Thomas ¡Vamos!”

Me di algunas palabras de ánimo antes de hablar. Thomas parecía concentrado mirando hacia donde nos dirigíamos.

Ya había hablado con él sobre que Olivier era un Pandora, aunque él no pensaba lo mismo que yo pero preferimos no arriesgarnos y dejar el diamante Kohinoor en su poder. De todas formas no éramos los Pandoras del diamante y podríamos sufrir las consecuencias que nos había relatado la bruja del pozo oscuro. Thomas parecía solo dejarle el diamante ya que piensa que no es su Pandora y así moriría en manos de la maldición de la piedra de Dios, él odiaba a Olivier con todo su ser, lo cual me hacía caer más en cuenta que seguro no podría cumplir mi parte del trato.

Thomas noto lo preocupada que estaba y hablo primero de que pudiera formular mis pensamientos y palabras.

—¿Te sucede algo Victoria?—Pregunto.

¡Piensa Victoria, piensa!

—Eh…—Todo lo que tenía planeado desapareció dejando mi mente en blanco, estaba en aprietos y sentía como si me estuviesen evaluando en una prueba que no había estudiado para nada—Thomas…creo que sería muy buena idea llevar a Olivier con nosotros en la búsqueda de la cruz.

—¡¿Qué?! Para nada—Thomas volteo sorprendido y se negó con firmeza, no le gustaba para nada la idea y era muy obvio que sería así.

—Pero él sabe mucho sobre las piedras, creo que es él Pandora de la omnisciencia, él sabe dónde encontrar la cruz de zafiro, nosotros no sabemos ni por dónde empezar.

—¿Cómo estas tan segura de que sabe?—Thomas arqueo una ceja entrañado, parecía sospechar que hable con Olivier cuando estaba prohibido todo contacto con él. Mis ojos comenzaron a moverse en todas las direcciones, era una mala costumbre mía mirar a todos lados cuando estoy nerviosa para evitar el contacto visual completamente.

—Él me dijo cuando estaba presa en su navío. Me dijo que sabía dónde estaban todas las piedras de Dios y sabe dónde encontrar el zafiro que buscamos—Era una mentira muy grande para una boca tan pequeña como la mía, pero era peor idea decirle la verdad a Thomas.

Él me miro un ratito analizando mi reacción, no parecía muy convencido y no era de sorprender viendo que soy una pésima actriz.

—Puede que él diga la verdad pero aún así no lo llevaremos con nosotros. No confío en él, es demasiado peligroso tenerlo por ahí suelto junto a nosotros—Thomas no me dejaba más opciones y no parecía dar “el brazo a torcer”.

La Cruz de Zafiro [Terminada]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora