Capítulo XXVII: El conteo de la muerte

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Nos detuvimos a mitad de un campo, adentrándonos entre este donde habían algunos pocos árboles alrededor. Nadine estaba a unos metros lejos de mi envolviendo sus manos en una tela algo delgada. Junto a mi estaba Travis ayudándome a colocar una tela igual entre mi palma para evitar que me lastime con el mango del sable.

Travis me dio consejos del combate cuerpo a cuerpo así como también de la forma de maniobrar con el sable que me había dando, era muy delicado y amable conmigo dando un aire de confianza.

—Confió en que saldrás ilesa de esto—Comento Travis tratando de tranquilizarme.

—Puedo curar heridas, no revivir.

Él se rio ante mi comentario echándose un poco hacia atrás.

—Solo tienes que darle un rasguño así sea diminuto y ganarás, ánimo—Él sonrió con amabilidad y se coloco detrás de mí para amarrarme mi cabello que estaba suelto. Al terminar saco de su bolsillo una pistola, reviso la carga y me la entregó. Sabía lo que debía de hacer y me ponía nerviosa cada instante de ello, esto iba a ser todo un desafío para mí.

Al estar listas ambas nos colocamos frente a frente una de la otra, yo tenía que alzar un poco la mirada ya que Nadine era más alta que yo por unos quince centímetros. Todos nos miraban desde lejos a nuestro alrededor, atentos por quién sería la vencedora, pero por dentro sabía que ellos apostaban mil veces por Nadine por encima de mí. Thomas estaba unos dos metros frente a nosotras siendo el juez de nuestro enfrentamiento.

—¡La disputa de hoy se resolverá siguiendo el numeral ocho de nuestro código pirata, la cual establece: “Todo pelea entre la tripulación está prohibida, siendo resueltas al llegar a la costa donde ambos oponentes se colocaran de espaldas y al contado de diez pasos dispararán al instante que voltean pero solo deberán apuntar a las zonas no vitales del cuerpo, quien haga caer primero a su oponente por la bala que disparó, será el vencedor de la contienda. Si en el intento ninguno de los dos atina en su tiro se resolverá entonces en una pelea de espadas donde el primero en derramar la sangre de su oponente será el vencedor. Al vencedor se le otorgará decidir el castigo del perdedor.”—Thomas hizo un trago de saliva algo nervioso—Siendo dicho esto ambas cumplan limpiamente con las normas y que haya un claro ganador, todos contaremos conjuntamente donde darán un paso lejos de su oponente hasta llegar al número diez, apenas sea mencionado ese número…voltearan a disparar. Si veo que después de haber un ganador claro continúan peleando se detendrá el combate de inmediato. Colóquense espalda con espalda y tengan sus pistolas cargadas y sin seguro para el momento.

Nadine y yo nos volteamos ya dejando de mirarnos quedando ahora nuestras espaldas juntas en espera de que comenzará el conteo. Teníamos nuestras pistolas alzadas frente a nuestros pechos preparadas para apretar del gatillo apenas fuera el momento indicado. Mi mano temblaba haciéndome un poco difícil sostener de la pistola, trataba de controlar el miedo para que no se preocuparan por mí ni que me vieran débil, ya estaba cansada de solo ser una debilucha a quien debían cuidar en el barco.

—¡Uno!—Me sobresalté al escuchar el conteo, todos contaban al unísono y mi pie dio un paso adelante. Aunque no la veía podía escuchar como Nadine también camino junto con el conteo—¡Dos!…¡Tres!…¡Cuatro!...—Con cada número mis pies daban un paso más e intentaba dar pasos largos para así quedar lejos de su puntería, aunque seguro era inútil porque se trataba de Nadine—¡Cinco!...¡Seis!...¡Siete!...—Mire a mi alrededor, todos contaban preparados y atentos por llegar al número diez, menos uno…Olivier. Él estaba apoyado en un árbol frente a mi observándome con detenimiento, callado y con una sonrisa maliciosa en su rostro como si estuviese disfrutando del espectáculo y ver ansioso a qué me terminen asesinando ¡Idiota!—¡Ocho!—Di otro paso dándome cuenta que me estaba distrayendo y agite mi cabeza para concentrarme en el momento. Mi corazón latía con fuerza y mis manos eran un terremoto único de admirar—¡Nueve!—Tengo miedo ¡Tengo mucho miedo, no quiero esto! ¡AYUDA!—…¡DIEZ!

La Cruz de Zafiro [Terminada]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora