Capítulo 21

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Alan trataba de concentrarse en todo lo que la profesora explicaba. Los párpados le pesaban y cabeceaba. Esos últimos días había estado trabajando hasta tarde. Necesitaba más dinero porque Keily se iría a vivir con él muy pronto.

—Ricci, ya terminó la clase. —Abrió los ojos, parpadeando repetidamente. César sonrió.

—A alguien no lo están dejando dormir.

—Es por el trabajo.

Agarró sus cosas y se levantó del pupitre. Caminó hasta el auto deprisa, deseaba llegar rápido a casa para descansar.

—¡Alan! —Se giró y vio a Rose que corría hacia él. Cuando estuvo cerca, se percató de lo agitada que se encontraba.

—¿Qué haces aquí? —preguntó confundido. Ella miró a todos lados, nerviosa. Abrió la boca para hablar, pero nada salió—. No quiero ser grosero, pero estoy muy cansado. —Un bostezo profundo le dio la razón.

—L-lo siento. Yo... no sabía. Es decir, no creí que fuera así —balbuceó e hizo que él frunciera el ceño.

—No te entiendo, ¿puedes ser más clara?

Ella suspiró y desvió la mirada.

—Se trata de Keily. —Silencio por unos segundos—. Aaron se la llevó.

***

Alan conducía de manera temeraria con una Rose a su lado que no paraba de llorar y pedir perdón. Había llamado a Gian y le dijo que se vieran en la casa para planear sus siguientes movimientos.

—No sabes cuánto lo siento. —Sollozó más fuerte aún.

—¡Basta, maldición! —Golpeó el volante con impotencia. Las imágenes de lo que podría hacerle ese tipo a Keily lo tenían al borde de un colapso. Ella no habló más, pero siguió llorando.

Una vez que llegaron, Alan corrió hacia la casa. Gian se levantó del sofá en cuanto lo vio.

—Necesito que me digas todo lo que sabes —pidió serio. Rose entró tímida y se encogió cuando divisó a Gian—. ¿Y ella qué hace aquí? —preguntó, observándola de arriba abajo.

—Es la prima de Aaron. Estaba con Keily cuando ese malnacido la raptó.

Los ojos de Gian reflejaron tanta rabia que se oscurecieron.

—Quiero todos los detalles—demandó, acercándose a ella como un depredador— ¡Habla! —El grito provocó que Rose saltara en su lugar. Tembló, las lágrimas se intensificaron.

—Les contaré todo —logró decir, hipando—, pero no tengo idea a dónde las llevaron.

—¿Las llevaron? ¿No fue solo a Keily? —preguntó Alan intrigado. Rose negó con la cabeza.

—Su hermana estaba con ella.

Abrió los ojos ante la realización de que Charlotte también fue secuestrada. El grito de Rose lo sacó de sus pensamientos. Gian la agarró por el cabello con fuerza, causándole dolor.

—Si le pasa algo, te voy a matar, perra.

Alan se movió rápido y trató de que la soltara. Gian la empujó, lo que causó que ella cayera al piso.

—¿Estás loco? no la trates así.

Gian empezó a pasearse de un lado a otro.

—Cuando lo encuentre, lo mataré. Juro que si le llega a hacer algo, acabaré con él y toda su familia. —Su mandíbula estaba tan apretada que le rechinaba los dientes. Tenía los músculos tensos, como si fuera a explotar en cualquier momento.

Bucle © [Completa] (Bilogía Inercia: Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora