Atraccion Irresistible

Capitulo 11

Capitulo 11

—Lo siento, _______ —declaró Harry, sin ninguna disculpa real en la voz—. Pero así están las cosas.

No tenemos presupuesto y no hay más remedio que recortar personal. Ya sabes que en estos casos siempre se empieza por el último contratado.

—Ya veo —fue la controlada respuesta de _______. Sabía que serviría de nada señalar que, según las encuestas, ella era una de las más populares del programa. Harry era un hombre de hombres.

—¿No hay nada más en la emisora? —preguntó ella, tratando de mantener una adecuada cortesía, en vista de su amarga decepción—. ¿No hay puestos vacíos en alguna parte?

—Lo siento, _________ —repitió una vez más—. Pero sabes cómo están las cosas…
¿Qué podía decir ella? Si la calidad de su trabajo no lo había convencido, ningún otro argumento lo haría. Además, ella tenía demasiado orgullo como para rogar.

—El Departamento de Personal ya tiene hecho tu cheque —continuó él, cuando ella permaneció obstinadamente silenciosa—. Puedes recogerlo en recepción.

Ahora ________ estaba asombrada, sorprendida y lastimada. Se levantó de la silla con las piernas temblorosas.

—Pero se supone que debían avisarme con un mes de anticipación —arguyó ella—. Mi contrato dice que…

—Tu contrato también dice —interrumpió Harry, cortante—, que puedes recibir un mes extra de sueldo, en lugar del aviso. Es lo que decidimos hacer en tu caso. Por razones de seguridad —terminó, bruscamente.
_______ respiró, sorprendida.

—¿Qué diablos significa eso? ¿Qué razones de seguridad?

—Vamos, ______ , no sería la primera vez que un empleado descontento comparte nuestras ideas con la competencia…

—¡Pero… pero sabes que yo no haría una cosa así!

Él encogió los hombros, con indiferencia. Sus ojos eran duros y fríos.
—Si sé de algún trabajo, te avisaré —al decir eso, extendió una mano.
________ la estrechó, y salió temblando de la habitación. En el lapso de unos cuantos días, había perdido a Ashton, y ahora su trabajo…

—¿_______? —preguntó la recepcionista al ver a la chica parada frente al escritorio, mirando al techo—. ¿Estás bien?

______ se controló con gran dificultad, cubriendo su remolino interior con una suave sonrisa.
—Sólo estaba distraída. Creo que hay una carta para mí aquí…

______ caminaba por el apartamento, aturdida. Todavía no podía creer lo sucedido en la emisora. Desde luego, era irónico. Ella había perdido a Ashton a causa de aquel trabajo. Y ahora… ya no tenía trabajo.
Las lágrimas la amenazaban, pero parpadeó para alejarlas. Estaba harta de llorar. ¡Totalmente harta de la vida! ¿Qué había hecho para merecer ser tratada así… primero por el hombre a quien amaba y luego por su jefe a quien había dado lo mejor de sí misma?

Bien, necesitaba conseguir otro trabajo. ¡Un trabajo mejor!
¿Cómo qué? Todos los canales estaban despidiendo gente. El desempleo era cada vez mayor.

—Encontraré algo —decidió en voz alta, y fue a la cocina, donde puso a calentar agua para prepararse un poco de café.

¿Y si estaba embarazada?
El estómago de _______ se contrajo.

—No puedo estarlo —susurró con desesperación—. Eso sería demasiado. Simplemente demasiado. ¡Dios mío, por favor no me hagas eso también! ¡Por favor…!

De pronto, sonó el timbre de la puerta.

—¿Quién diablos será? —murmuró _______.
El timbre sonó de nuevo, con insistencia.

—¡Está bien, está bien, ya voy!
________ sintió una vaga inquietud al abrir la puerta. La mayoría de sus conocidos y amigos estarían trabajando a esas horas. ¿Quién podría ser?

—¡Zayn! —jadeó ella, en voz alta, al verlo, con el corazón saltando de… ¿de qué?
Él estaba ahí, vestido con vaqueros y una camiseta blanca. Llevaba una bolsa de plástico en la mano izquierda.

—______ —la saludó con suavidad.
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