Capitulo 35

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Capítulo 35

Tal vez no tendría tanto interés en averiguarlo si no estuviera esperando al hijo de Zayn. Pero lo estaba, y si había alguna oportunidad de tener una relación real con el padre de su hijo, una que condujera al matrimonio, la aprovecharía.

Pensar en el bienestar de su hijo, le dio a ______ la fuerza interior para hacer a un lado cualquier escrúpulo.

Así que regresó a su dormitorio decidida a seducirlo esa noche.

Ponerlo en práctica no era tan fácil. Ella no sabía cómo seducir a un hombre, salvo… salvo quizás cuando estaba achispada.

¿Sería esa la solución? ¿Podría tal vez beber unas cuantas copas antes?

Por supuesto, si vestía apropiadamente, tal vez Zayn hiciera el primer movimiento. ______ esperaba que así fuera. ¿Qué podría ponerse para excitar a Zayn? Algo sexy.
______ no sabía qué ropa había llevado porque su madre fue quien le hizo el equipaje. Pero estaba segura de que había visto en alguna parte su vestido negro.

______ abrió el guardarropa. Primero buscaría qué ponerse, luego se daría un baño de burbujas y después se acostaría. Quería estar descansada.
Quería estar tan bella como pudiera. Bella y deseable.

_______ bajaba con lentitud la enorme escalera poco antes de las siete y media. Se había puesto un traje negro, sencillo y elegante, pero muy seductor.

Al llegar abajo una voz masculina le gritó desde arriba.

—¡Espera!

Los nervios se contrajeron en su estómago, mientras ella se volvía para observar a Zayn. Llevaba un pantalón blanco y una camisa hawaiana estampada en rojo y blanco.

—No me digas —declaró ella, con una risa tintineante… como las de las vampiresas de televisión—. Que acabas de llegar de Waikikí.

Él la miró con asombro. ¿Habría exagerado la carcajada?

—No. Ésta es de la Isla Hamilton.

Zayn dio los pocos pasos que los separaban, examinándola con la mirada.

—¿Y tú porqué te has vestido así? ¿Vas a una discoteca?

______ sintió que el color inundaba sus mejillas. ¿Habría exagerado?

No, por supuesto que no. Zayn sencillamente estaba siendo desagradable por alguna razón. Tal vez había estado pensando en Rebecca y Josh. O quizás estaba frustrado porque había prometido que no le pondría las manos encima.

Su intuición femenina indicó a ______ que su última suposición era la correcta.
Inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado, y le dirigió una mirada picante.

—¿Has estado en una discoteca últimamente?

—Últimamente, no —repuso Zayn.

—Te convendría salir más —sonrió ______—. Pareces… tenso.

______ se asombró, cuando Zayn agarró su brazo, acercándola a sí.

—¿Qué diablos te pasa esta noche? —siseó.

—Nada —respondió ella, con indiferencia—. Me apetecía arreglarme, eso es todo. Siento que no te guste mi vestido, pero no voy a perder el sueño por eso. Ahora, quítame las manos de encima, por favor.

—Lo siento —murmuró él, y le soltó el brazo—. Yo… ¿te he hecho daño?

—Tendré un moretón mañana, tengo la piel muy delicada.

—Eso he notado —gruñó él, con la mirada encendida como carbón, mientras descendía por su escote.

______ no sabía si sentirse complacida o alarmada por la evidencia de la obvia, aunque desdeñosa, admiración de Zayn. Había algo intimidante en él esa noche.
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