Capitulo 28

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Capítulo 28

_______ se conmovió. Helga debía querer mucho a Josh. En cuanto a éste… Su corazón se conmovió también al pensar en él. No debía ser fácil ser hermano de Zayn, y mucho menos si los dos hermanos amaban a la misma muchacha. Ese era un factor que Helga había olvidado alegremente. ¿Pero y los sentimientos de Zayn? ¿O es que no contaban?

—Lo siento, Helga —explicó ella—, pero Zayn y yo no tenemos planes de matrimonio. No estamos enamorados.

—¿No están enamorados? —Helga miró el estómago de ________, con desdén—. ¿Entonces por qué vas a tener a su hijo? ¡No están enamorados! ¿A dónde va el mundo, te pregunto, con muchachas teniendo hijos con hombres que no aman? ¡Estas son las cosas que hacen que una se avergüence de su propio sexo!

Los encantadores ojos de ________ destellaron, desafiantes, mientras se erguía, orgullosa.

—Yo pensaría que debería sentirse más avergonzada de Rebecca que de mí —contestó ________, con vehemencia—. Al menos yo soy honesta con mis sentimientos. Ella debe ser una bruja materialista y manipuladora, y Zayn merece algo mejor. Mucho mejor. Él es un… un… ¿Y de qué se ríe? —preguntó indignada, cuando Helga comenzó a reír.

—Sólo pensaba en lo que se parecen Zayn y tú. Ambos son tercos como mulas. ¡Dios sabe qué clase de hijo tendrán! ¡Probablemente terminará dirigiendo el mundo!

—¡Podría ser una hija!

—Entonces, ella dirigirá el mundo.

Helga sonrió con mucha satisfacción. Contra su voluntad, _________ acabó sonriendo también. Sacudió la cabeza con una especie de asombro, antes de que un repentino pensamiento borrara la sonrisa de su rostro.

—¿Zayn no sabe que Josh ama a Rebecca, verdad? —preguntó _________.

—No —admitió la mujer mayor—. Josh me hizo prometer que no se lo diría.

—Ya veo. Así que me lo ha dicho a mí, esperando que transmita la información. De ese modo usted cumpliría su promesa pero pasaría el mensaje.

—¿No tienes un pelo de tonta, verdad, amor? ¿Ahora, que te parece un buen desayuno? Recuerda que estás comiendo por dos.

________ suprimió un gemido de aflicción mientras se ponía sus sandalias y seguía a Helga.

La cocina era tan grande como el resto de la casa, pero mucho más acogedora, con una enorme mesa en el centro.

—¿Se encarga de este lugar usted sola? —preguntó _______, mientras Helga servía la comida en el plato más grande que _______ había visto.

—Sí, amorcito. Me mantiene en forma, te lo aseguro. ¡Toma, come esto! —y plantó el plato frente a ella. Había tres lonchas de tocino, dos huevos, una chuleta de cordero y dos rebanadas de pan tostado.

________ sintió que su estómago se contraía. Pasando saliva, cogió el cuchillo y el tenedor y comenzó a remover el tocino.

—¿Sabes dónde está Zayn esta mañana? —preguntó para distraerse.

—Está aquí —repuso él, entrando a la cocina y sentándose en una silla, frente a ella. ________ bajó la mirada, pensando que nunca se acostumbraría al modo en que su corazón se ponía a latir, cada vez que lo veía.

—Pareces más descansada esta mañana, _________ —comentó él, obligándola a mirarlo. __________ lo hizo, pero desafortunadamente, se encontró mirando su boca, y recordó lo que sintió la noche anterior cuando él la besó.

—¿Quieres una taza de té? —preguntó Helga, a Zayn.

—Sí. Y un pedazo de ese estupendo pastel de Navidad.

Helga lo miró de manera hosca.

—No hay necesidad de que me adules, muchacho. Ella y yo ya somos buenas amigas, ¿verdad, amorcito?

—Oh… pues… sí —tartamudeó _______, lo que provocó una mirada de sorpresa de Zayn.

—Veo que ella aprecia tu cocina también —declaró Zayn y dirigió un guiño a ________. Ella puso los ojos en blanco y él rió. Pero la risa hizo ondular los músculos en su pecho, y ella bajó la mirada, con rapidez, metiendo la fuerza un bocado de huevo entre sus labios secos.

—¿Dónde está Josh? —continuó Helga—. ¿Él no quiere una taza de té?

—No. Está revisando los taladros. No regresará hasta después de la comida.

—¿Revisando los taladros? —insistió Helga—. ¿Hoy? Pero va a hacer mucho calor. ¿Por qué no puede hacerlo mañana?

—Porque se supone que debió haberlo hecho ayer —le informó Zayn.

Helga parecía apenada, y sacudió la cabeza.

—Ese muchacho… Sin embargo, debes comprender que ha estado muy preocupado últimamente, Zayn. El no es el mismo.

—Bien, es mejor que pronto vuelva a ser el mismo —respondió Zayn con firmeza—. Las ovejas no viven sólo de amor.
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