Atraccion Irresistible

Capitulo 25

Capítulo 25

Los ruidos de una pelea reemplazaron a las voces. _______ se irguió, con el corazón latiendo a todo vapor, su mente giraba con toda clase de pensamientos sorprendentes. ¿Tendría razón Josh? ¿Eran ella y su hijo la carta que tenía Zayn para ganar la herencia que, según pensaba su hermano, codiciaba? Eso explicaba por qué Zayn no le había hecho el amor a Rebecca, si en realidad no la amaba…

Temblando, se levantó y salió al balcón. El aire nocturno estaba silencioso ahora.

Con cautela, ______ miró hacia abajo.

Zayn estaba sobre el camino de la entrada, solo. Mientras ella observaba en silencio, él levantó las manos para alisar su cabello despeinado, exhalando un suspiro entrecortado.

—Loco tonto —murmuró.

De repente la cabeza de Zayn se levantó, y sus penetrantes ojos la miraron. Preocupado primero, luego evaluando, sostuvo por varios segundos la sorprendida mirada de _______ antes de hablar. Y luego, sólo dijo tres agudas palabras:

—Quédate donde estás.

_______ apenas tuvo tiempo de controlarse un poco, antes de que Zayn estuviera frente a ella.

—¿Cuánto has oído? —exigió saber.

—S-s-suficiente —tartamudeó ______.

—Suficiente. ¡Dios de los cielos! ¿Y has creído lo que ha dicho ese tonto? ¿Lo has creído? —repitió, sacudiéndola.

________ apenas podía pensar.

—Y-ya… no sé qué creer.

—No creas lo que ha dicho mi hermano, ¡por todos los cielos! —insistió Zayn, con aspereza—. Está confundido en este momento. Cree lo que yo te digo, _________. Tu presencia aquí no tiene nada que ver con esto. ¡Nada en absoluto! Tú estás aquí sólo porque quiero tenerte, porque yo… yo… ¡Maldición, mujer! ¿Por qué eres tan bella?

Y clavando los dedos en su carne, levantó el cuerpo de _________ y su boca hasta la suya, tomándola con un beso salvaje. Por unos cuantos momentos tempestuosos, ella se encontró respondiendo a ese desesperado beso, abriendo los labios y permitiendo un pleno acceso a su lengua. Pero cuando él gruñó y la estrechó entre sus brazos, apretando su cuerpo contra sí, volvió a la realidad.

—¡No! ¡Suéltame! —con un torturado grito, retrocedió, mirándolo con ojos acusadores—. Tú… Tú dijiste que no me trajiste aquí por esto —le echó en cara, temblando—. Prometiste no ponerme las manos encima.

De pronto, ________ tuvo la sorprendente sospecha de que él podía estar usando el sexo para desviar su pensamiento de las acusaciones de Josh. No, Zayn no podía ser tan malvado…
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