Atraccion Irresistible

Capitulo 29

Capítulo 29


Un severo silencio descendió, mientras Zayn terminaba su té y _______ comía la mayor parte del abundante desayuno. Al fin, hizo el plato a un lado, mientras Helga fruncía el entrecejo. Antes de que mostrara su desaprobación, Zayn se puso en pie y preguntó a ________ si podía hablar unas cuantas palabras con ella.

_______ se alegró que Zayn se la llevara de ahí.

—No dejes que Helga te intimide para que comas demasiado —fue el primer comentario, mientras caminaban juntos a lo largo del pasillo.

—Lo intentaré. ¿A dónde… a dónde vamos? —preguntó una vez que cruzaron el vestíbulo y comenzaron a subir por la escalera.

—Tengo que ducharme y cambiarme antes de llevarte a conocer a papá —le explicó—. Pensé que podríamos hablar al mismo tiempo.

Él se detuvo al final de la escalera, sus ojos brillaron con irónica diversión.

—Por supuesto, no espero que entres al baño conmigo. Puedes sentarte sobre mi cama y hablarme desde ahí. Permíteme asegurarte que la ducha no es visible desde el dormitorio.

Sentarse en su cama…

—¿Qué más da? —dijo, aparentando indiferencia—, por si no lo recuerdas, ya he visto todo lo que podía ver de ti.

Los rasgos de Zayn se contrajeron, pero no dijo nada y la guió al interior del su dormitorio. Cuando vio la expresión de asombro de ella, una sonrisa desvaneció la severidad de su rostro.

—Es mejor que me dé prisa, luego hablaremos.

Cinco minutos más tarde salió del baño, vestido con pantalones cortos y una camiseta blanca, con un diseño geométrico en la espalda.

—¡Qué camiseta más colorida! —comentó ella.

—A papá le gustan los colores alegres. Lo animan.

—Me alegro —respondió _________, y se levantó de un salto—. La mayoría de mi ropa es alegre.

—Eso he notado.

—¿No lo apruebas?

—¿Importaría si no?

—No.

La sonrisa de Zayn era seca.

—Eso pensaba. ¿Nos vamos?

—Pero dijiste que querías hablar conmigo.

—Cambié de idea. Estoy seguro de que te llevarás bien con papá. Pareces tener un don con los hombres. Sígueme.

Ella lo hizo en silencio, sus pensamientos eran un remolino. ¿Qué estaba carcomiendo a Zayn? ¿Era su frustración sexual, o frustración de otra clase? Ella parecía estar recibiendo mensajes confusos de él. Un minuto, él la admiraba, pensó malhumorada; y al siguiente, era abiertamente sarcástico.
Bajaron por las escaleras y recorrieron el pasillo, hacia la puerta trasera de la casa.

—Aquí —indicó Zayn, y abrió una puerta hacia una habitación fresca, amueblada cómodamente—. ¿Papá?
—se aventuró a decir Zayn, con suavidad—. ¿No estás dormido, verdad?

El anciano descansaba en un sillón, junto a una ventana, y tenía los ojos cerrados y la cabeza inclinada hacia un lado. Pero al oír la voz de Zayn, volvió la cabeza y abrió los ojos. Miró directamente a _________, su mirada era evaluadora.

—¡Hola, señor Malik! —avanzó para estrecharle la mano—. Yo soy _______.
Sus labios, pálidos y secos, se arrugaron con algo parecido a una sonrisa.

—Entonces… tú eres _______… —su mirada descendió con lentitud por su cuerpo, luego ascendió hacia su hijo—. Ahora… comprendo —repuso. Hablar, era un esfuerzo para él. ________ notó que un lado de su cara se torcía cuando hablaba; la secuela de su ataque—. No se encuentran mujeres como ella… muy a menudo…

_________ estaba un poco irritada por sus comentarios. ¿Por qué los hombres debían reducir a las mujeres a simples objetos sexuales?

—Tampoco se encuentran hombres como Zayn muy a menudo —contraatacó ella, mordaz.

El anciano rió, y luego se puso a toser. Zayn cogió el vaso de agua que estaba sobre la mesa, a su lado, y se lo sostuvo con gentileza por los hombros, hasta que la tos cedió; luego apretó el vaso contra sus labios. ________ se sintió inútil y un poco culpable. ¡Debería haber mantenido cerrada su estúpida boca!

—Deberías dejarme llamar al doctor, papá —indicó Zayn, preocupado—. Esta tos tuya está empeorando.

—No… más… doctores —pudo decir su padre—. No más. Ellos sólo me… internan… en un hospital. Quiero… morir aquí.

La risa de Zayn era lisonjera.

—Tú no vas a morir, papá. El doctor Cullen dijo que con un poco más de descanso y terapia, estarás como nuevo.

—Tal vez —murmuró él—. Tal vez. Ahora… vete. Deseo… hablar… con _______ a solas.

—Está bien. Pero no hables demasiado, ¿quieres? —le lanzó a su padre una extraña mirada aguda—. Te esperaré en la biblioteca, ________.

—Llámame… Yaser —fue lo primero que le dijo el padre de Zayn, una vez que estuvieron solos—. Ahora, cuéntame todo… sobre ti.

________ charló con el hombre durante más de una hora, respondiendo a sus interminables preguntas. Le preocupaba que él se estuviera cansando demasiado, pero cada vez que ella tocaba el tema de su salud, él la rechazaba con impaciencia.

Estaba claro de dónde había sacado Zayn su determinación y terquedad. Sin embargo, a pesar de todas sus preguntas, Yaser no le preguntó sobre sus sentimientos por Zayn. Quería conocer sus antecedentes, dónde había crecido, su educación, su trabajo y su familia. Al fin, él suspiró y se recostó en su sillón.

—Servirás, _______ —expresó—. Servirás…

—¿Qué, Yaser?

La sonrisa de Yaser era tan astuta, como la de Helga.

—Que servirás para ser la madre… de mi nieto. Ahora vete… Es hora de comer… Pero dile a Zayn… que yo no quiero nada…

________ cerró la puerta con suavidad.
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