CAP 44 NUEVO MÉXICO

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Christopher se había demorado más de la cuenta en la ciudad y la hora de la cena definitivamente ya la había perdido, eran pasada las 10 de la noche y aún se encontraba camino a casa. El rubio le había estado enviando algunos mensajitos a Nat para que no lo esperara despierta y descansara un poco ya que el viaje del día siguiente sería bastante largo para ambos, aunque con lo terca que era era muy probable que hubiese ignorado su petición, al igual que Sarah. Esas dos mujeres juntas definitivamente era dinamita pura y unían fuerzas para salirse siempre con la suya.

Después de una hora más en carretera el rubio finalmente pudo estacionar su auto fuera de la casa de su madre, apagó las luces mientras esperaba realmente que tanto Nat como Sarah no estubiesen despiertas. Chris tomó la pequeña bolsa de papel que llevaba oculta bajo el asiento y trató de esconderla entre sus saco para después salir del auto y como si fuese un ladrón caminó hasta la puerta de la vivienda para abrirla con sumo cuidado, encontrándose con la tierna imagen de su madre durmiendo en el sofá sentada frente al televisor encendido mientras Nat dormía también con su cabeza recargaba sobre su regazo.

Aquella sin duda era una imagen digna de enmarcar. Rogers decidió escabullirse hasta su habitación para esconder la bolsa de papel y después regresar hasta sus chicas. Con suma delicadeza, Chris retiró la cabeza de Nat de las piernas de su madre para colocarla sobre un cojín y así poder levantar a Sarah en brazos para llevarla hasta su habitación.

-Estabamos muy preocupadas, te estuvimos esperando, Ratoncito. -Sarah se sostuvo de sus hombros hasta que sintió la suave manta de su cama cubrirla.

-Lo siento, Mamá. Tenía que arreglar unos asuntos antes de salir. Nos vamos mañana temprano. -Chris besó su frente y sólo recibió un ronroneo gracioso como respuesta.

-Buenas noches... -Rogers susurró divertido para después ir por su preciosa hada del bosque, quien seguía durmiendo en el living. Nat yacía tal cuál la había dejado anteriormente, acurrucada de lado sobre los cojines del sofá.

Christopher la levantó entre sus brazos tal y como si fuese una damiselas en peligro mientras ella envolvía sus brazos flojos al rededor de su cuello, totalmente adormilada e incapaz de abrir sus ojos por voluntad propia. Rogers la llevó cargada hasta su cama, depositándola con mucha ternura sobre las almohadas de la cama mientras la cubría y ella ronroneaba entre sueños. El rubio besó su frente con adoración y sin prisas se separó de ella para poder quitarse poco a poco el tedioso traje que había cargado durante todo el día y tomar una refrescante ducha.

-Eres la chica perfecta, Natty... -Chris sonrió cómo bobo mientras se desabrochaba su camisa y la observaba desde la entrada del baño.

No hubo un centímetro de su cuerpo que no contemplara al respirar tan apacible mientras se desvestía. Sonrió cómo idiota y entró a la ducha fría para lavarse todo el cuerpo, pensando y maquinando en como llevaría a cabo todo lo que traía en la cabeza desde hace semanas. Los minutos pasaron y Fer volvió a salir a la habitación, esta vez completamente desnudo mientras aún escurrían algunas gotitas de agua fresca. El hombre terminó de guardar unas cosas en su maleta y después fue hasta su closet para colocarse unos simples boxers negros y sin esperar un segundo más se escurrió bajo la manta hasta llegar a lado de ella para acurrucarse contra su espalda calientita mientras la abrazaba con ternura y se permitía oler el aroma dulce de su piel tan embriagante.

-Buenas noches, amor. -Chris se irguió un poco para buscar su rostro y besar sus labios lentamente a pesar de que no era correspondido porque ella dormía, ese pequeño acercamiento bastó para sentirse completamente enamorado.

Él se abrazó a su cintura y la atrajo más a él para después ir colando de a poquito su mano fría bajo la blusita de su pijama en busca de piel cálida. Chris deslizó su toque justo debajo de su seno izquierdo mientras que su pulgar se mecia suavemente de izquierda a derecha por encima de su pezón para acariciarlo sin ningún otro propósito más que adormecerse a sí mismo.

🍷IN THE SHALLOW🍷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora