CAP 45 DESTINADOS

1.6K 122 78
                                    

-¡Amor, despierta, despierta, despierta! -Nat se subió sobre Chris para sentarse a horcajadas sobre su gran trasero y comenzar a dar pequeños saltos encima de él para que despertara.

-Hmmm... -Ronroneó boca abajo sobre su almohada, aferrándose cada vez más a las sábanas de la cama.

-Fer, vamos, lo prometiste. Despierta, amor. -Natalie apoyó sus manos sobre su espalda desnuda y las deslizó hasta sus hombros para sacudirlo, notando la enorme sonrisa que soltó su chico aún a ojos cerrados, estaba fingiendo dormir.

-¡Despierta ya tonto! Ve por él, lo prometiste. -Nat entró en su papel de niña caprichosa y adorable.

-Es muy temprano, deja dormir, nena. -Rogers soltó en tono flojo y ronco para después sentirla caer completamente sobre su espalda desnuda para acostarse sobre el y hablarle más cerca.

-Me enfadaré mucho, Christopher Rogers... ¡Anda ya! -Chilló nuevamente como una niña contra su oído, recibiendo un suspiro de rendición como respuesta.

-¡De acuerdo, de acuerdo, lo haré, ya voy! -Fer finalmente abrió los ojos, adaptándose poco a poco a la luz de la mañana mientras ella daba saltitos de felicidad sobre él y se abrazaba a sus hombros.

-¡Si, gracias, gracias, gracias! ¡Te amo, conejito! Eres el mejor novio del mundo. -Nat comenzó a llenarlo de besos por todas partes, haciéndolo sonreír como un idiota enamorado mientras se dejaba mimar y recibía muchos besos suaves en la mejilla, cuello, nuca y hombros.

-Pero mi precio será que aceptes cenar conmigo esta noche. -Chris habló finalmente, ladeando un poco su cabeza sobre la almohada para poder ver su rostro.

-Si, si, si, todas las cenas que quieras, amor. -Nat dejó otro par de besos sobre sus mejillas y de un solo salto salió de la cama para irse inmensamente feliz de la habitación, dejándolo encantado y más enamorado de ella que hace 5 segundos.

Y la verdad era que el día anterior Nat había hecho un terrible berrinche después de haber abandonado la casa de Nick Fury, quien les aseguró que si se arrepentían, los cachorritos estarían esperando por ellos. Chris sabía que no tenían lo necesario en la cabaña para recibir a un perrito tan pequeño y que además debería estar completamente loco si le decía que no a esa inmensa sonrisa de felicidad que se formó en el rostro de Natalie al ver a todas esas bolitas de pelos mover sus colitas.

Además de que estaba el hecho de que el rubio debía convencer a su madre siendo quiza su esclavo durante toda su vida para que aceptara al cachorro en casa, y aún así estaba seguro de que estaría dispuesto a pagar el precio.

Si... Si ese era el precio por ver ese brillo tan especial en sus ojos selvaticos estaba dispuesto a pagarlo. Así que después de haberse dejado seducir un poquito y ser asaltado a besos sobre el sofá terminó aceptando, aunque realmente jamás le hubiese dicho que no y se lo hizo saber después de haberse saciado de sus besos, recibiendo un golpe en el hombro como castigo junto a una fuerte mordida que ella le dejó en el hombro derecho. Nat lo hizo prometer que a primera hora de la mañana siguiente iría a comprar todo lo necesario y traería al perrito con él y así fue.

-Estuvo delicioso, nena. -Chris besó sus labios después de haber compartido el desayuno que ella había preparado para ambos en la terrasa de la cabaña.

-¿Puedo ir? -Nat se puso de pie aún portando su pijama de shorts y blusita de tirantes para sentarse sobre sus piernas y abrazarse a sus hombros.

-Quedamos ayer que yo iría y usted señorita, se quedaría en aqui a descansar. -Chris besó sus labios lentamente mientras adoraba verla hacer esos pucheros tiernos para convencerlo.

🍷IN THE SHALLOW🍷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora