Capítulo 32

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A través de la chimenea.

     -Tu también debes ir a la enfermería -me decía Tofty-. Te has dado un buen golpe en la cabeza contra la mesa.

     -No -negué-. Lo que pasa es que ya he acabado y quería descansar. 

     -Ah bueno, si ha sido intencionado... -agarró a un moribundo Harry-. Vamos chico.

     -No quiero ir... No necesito ir a la enfermería... No quiero...  

     Harry farfullaba e intentaba soltarse del profesor Tofty, que lo miraba muy preocupado tras ayudarlo a salir al vestíbulo, con un montón de curiosos estudiantes alrededor 

     -Me... me encuentro bien, señor —balbuceó Harry secándose el sudor de la cara-. De verdad... Me quedé dormido y... y he tenido una pesadilla... 

     -¡Es la presión de los exámenes! -aseguró el anciano mago, comprensivo, dándole unas débiles palmaditas en el hombro-. ¡Suele pasar, joven, suele pasar! 

     -Solo quedan cinco minutos -anunció la bruja Marchbanks.

     Noté que me miraban fijamente. Hermione me miraba con el ceño fruncido; no se había creído lo que le había dicho al profesor. Cuando el tiempo se acabó, fui la primera en salir. Debía avisar a Harry que no era real, que no hiciera ninguna tontería. 

     -Lily -oí la voz a mis espaldas-. ¡Eh Lily!

     -¿Tan desesperada estas por amigas que vas a las que no hablan? -oí la voz de Draco.

     Y allí íbamos de nuevo...

     -Déjala en paz Malfoy -me giré ya al oír a Ron.

     Apreté los puños, ¿es que tenían que ponerse a discutir ahora?

     Los Slytherin se enfrentaban a los Gryffindor, nada podía salir bien. 

     -Lily, tenemos que hablar contigo -dijo decidida Hermione.

     -No te acerques a ella, sangre sucia -se puso por el medio Pansy-. Puede que ella no sea de hablar mucho, pero lo diré yo por ella. No te acerques a las serpientes. 

     -Es importante -insistió Hermione en mi dirección.

     -Lo importante aquí es que te marches -dijo Draco poniéndose a mi lado-. No queremos infectarnos con la sangre de traidores o de muggles. 

     -Maldito Malfoy -sacó la varita Ron.

     -Contrólate Ron -dijo Hermione parando a su amigo-. No es el momento.

     -¿Que le ha pasado a tu novio sangre sucia? -sonrió Pansy- ¿Una pesadilla en la que le pedías matrimonio? 

     -¿Y los cuernos de tu cabeza Parkinson? -no pudo aguantarse Hermione-. Por quien te dejó Crabbe, ¿por Goyle? 

     Admito que esa fue muy buena. 

     Draco, Pansy, y Hermione también sacaron sus varitas. Debía hacer algo.

     -Me estoy aburriendo -dije en voz arrastrada-. ¿Se puede saber porque os paráis ha hablar con ellos?

     Los Slytherin se giraron y me sonrieron.

     -¿Porque no te diviertes un poco con nosotros Lily? -preguntó Draco-. Puede que así no te aburras tanto.

     -Lily, por favor -dijo Hermione.

Lilianne y la Orden del FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora