Cap 18. Desahogarte.

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Luego de cenar todos se fueron a sus habitaciones a dormir después de que Benicio se ofreció a ayudarme a limpiar la cocina, al terminar guardamos su camioneta en el garaje de la casa o bueno que Benicio ama llamar "La juguetería" luego de bajar sus maletas lo dejo en una de las habitaciones que no han sido ocupadas.


Al entrar por fin a mí habitación decido darme una ducha caliente a ver si logro dormir un poco, lo cual dudo estoy muy ansiosa y la ansiedad casi nunca me deja dormir, eso sumado a mis pesadillas no ayuda mucho a que descanse, al salir del baño busco que ponerme en mis maletas, me decido por un pantalón de pijama gris y un top tejido del mismo color, reviso mi teléfono mientras me siento sobre la cama.


Nn: ¿Todo bien?

Yo: Si, todo bien aquí ¿Por qué? ¿Pasa algo?

Nn: No, solo quería asegurarme, k.

Yo: Está bien, a las cuatro salimos a Francia, nos vemos en aproximadamente dos días.

Nn: ¿Tus pesadillas aún continúan, K?

Yo: Si, pero mejor lo hablamos en persona. Por cierto Grimaldi irá con nosotros.

Nn: Está bien, k. Y Grimaldi me informó antes de ir a tu casa.

Yo: Nos vemos pronto, N.

Nn: Te extraño, Sturm.

Yo: Pronto nos veremos.


Dejo mi teléfono sobre mi pecho y mantengo mi mirada en el techo de la habitación, siento el cansancio y cierro mis ojos dejándome llevar por el sueño.

Despierto con mucha dificultad, mi cuerpo duele, mis palpados pesan y tengo un dolor de cabeza que no me deja pensar con claridad, todo está iluminado, reconozco la asquerosa habitación en donde me encuentro, levantó la cabeza para apoyarla sobre una pared detrás de mí, el dolor en mi espalda no deja de ser insoportable pero ahora algo me aprieta todo el pecho y el abdomen, paso mis manos para revisarme y bajo la mirada al sentir una venda alrededor de todo mi pecho y casi hasta mis caderas, me aprieta los pechos pero parece calmar un poco el dolor de las heridas en mi espalda, la puerta de metal suena y veo a la basura humana que no me deja salir de aquí, ni acaba conmigo de una vez por todas.


- ¡Preciosa, has despertado! - su voz ronca y entusiasma me da asco - Bueno mi amor has causado muchos problemas, mataste a uno de mis guardias y eso no es de buenas chicas.


- Y tú eres una buena chica ¿No? - continua hablando mientras se acerca a mí, yo evito mirarlo pero la ira me llena cada vez más - Te has portado mal y sabes que eso trae consecuencias.


- ¡MUÉRETE! - no lo soporto más y le gritó con toda la ira que tengo dentro, mi propia voz no la reconozco - ¡ERES UNA MALDITA BASURA Y YO MISMA TE MATARÉ!

Respiro con dificultad pero todo se siente nublado, la ira quiere salir de mi con todo pero trato de contenerme lo más que puedo, se que hago cosas sin pensar cuando la ira me domina y eso podría arruinar aún más las cosas.

<Recuerda lo que te han enseñado> me aconseja una vocecilla en mi cabeza.

El está parado frente a mí mirándome con cautela, no lo soporto, lo odio, odio todo lo que está haciendo conmigo y lo que me hizo en el pasado es un maldito enfermó.

- Pensaba que no estabas de acuerdo con matar a los inocentes, mi amor - finge estar ofendido y me cabrea cada vez más, me levanto rápido y contento lo más posible el dolor en mi espalda.

Mañana y siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora