Cap 39. Organización.

14 6 0
                                    



— Las chicas ¡Ahora! — exijo sin esperar nada a cambio, Ciro deja salir una risa ronca que hace que me irrita cada vez más.

— ¡Keith! — Escucho gritar a Morgan por el teléfono y detrás la voz de Alex. Por lo menos están juntas.

— Morgan respira y dime si las han tocado — Pido con la voz suave para no asustar más a las chicas.

— No, solo nos tienen en un cuarto asqueroso — Su voz esta ronca como si no parará de llorar, pero me tranquiliza saber que no las han tocado ni lastima.

— Las buscaré, y por favor estén alertas en todo momento — Pido volviendo a hablar con firmeza, Morgan no responde a eso solo escucho movimiento y luego la voz de Ciro.

— Tranquila mi amor no tocaría a nadie que no seas tú — habla con diversión. Si claro, conozco muy bien a Sommer y podrá estar muy obsesionado conmigo pero el sexo no es algo que se ahorre.

— Al punto Sommer — exijo muy cabreada.

— Tan dura como siempre, mi amor, ya te extrañaba — Su voz sigue sonando divertido y todo dentro de mi comienza a quemar en enojo.

— Me temo que no nos podemos ver hoy así que nos podemos reunir en dos días — Maldición... Dos días con las chicas no puedo permitir esto, no puedo permitir que las tenga por tanto tiempo.

<Respira y piensa> pide la vocecilla en mi cabeza.

— Las quiero ¡Ahora Sommer! — Exijo y estoy perdiendo el control. — Me temo que no se podrá pero para tu tranquilidad te enviaré una foto de ellas los días que no las verás para corroborar que no les he hecho nada — Explica con humor y mi cabeza arde, mi garganta se aprieta y necesito golpear algo ahora mismo.

— Nos veremos en la carretera que atraviesa el bosque de Sigmud en dos días a media noche — indica Ciro más serio y sin dejarme responder corta la llamada, aprieto el teléfono en mi mano derecha mientras con la otra golpeó la primera pared que se me atraviesa.

El bosque de Sigmud tiene millones de leyendas y a Ciro le gustan esas cosas ¡Esto es demasiado ridículo! La carrera que lo atraviesa está entre Alemania y Francia.

Camino a paso rápido de nuevo a la cocina donde continua Asier, solo que esta vez está entretenido en su laptop y con el teléfono de Dilan.

— Ciro llamo — Digo apenas llegó a su lado y le pasó el teléfono de Alex — Quiere que nos veamos en dos días en la carretera del bosque de Sigmud.

— ¿No puso condiciones? — Pregunta Asier con el seño fruncido.

— No, solo dijo eso y que me enviara una foto de las chicas el día de hoy y mañana para asegurar que están bien — Explico, tratando de controlarme, estoy al borde de explotar y mi cabeza me está matando.

— ¿Puedes llamar a los chicos? — Pregunto masajeando mi frente con mis dedos — A Nick también, por favor.

Asier asiente y trota a buscarlos, me siento sobre la mesa del desayunador mientras trato de calmar mis pensamientos.

¿Que voy a hacer?

Por qué me tuve que meter en esta vida.

¡No! Nunca me voy a arrepentir de todo esto, solo necesito calmarme y solucionar todo esto.

Sasha ayúdame...

Llegan todos los chicos con Asier y Nick, les explico la llamada de Ciro y todo lo que dijo a detalle, todos tienen sus semblantes completamente fríos y pensativo, excepto Nick quien luce claramente preocupado.

Mañana y siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora