Mañana y siempre.

Cap 36. Consecuencia.

Abro los ojos de golpe y todo está oscuro ¿Estoy soñando? ¿Por fin me morí? ¿Me fui al infierno? ¿Mi reinado comienza?... Pensar estupideces hace que me duele la cabeza, trato de levantarme pero un dolor insoportable me mantiene en mi lugar, paso mi mano por mi hombro derecho y está todo vendado, comienzo a recordar todo.

La emboscada.

Los hombres de Ciro.

La explosión del Lamborghini.

Los disparos.

Las camionetas de Ciro con los vidrios destruidos.

Los gritos de las chicas.

Los gritos de Noah.

Yo apuntándole mi arma a Ciro.

Yo apuntándole mi arma a Noah

Disparos.

Sangre.

Dolor.

Maldición...

Me levanto ignorando por completo el dolor en mi hombro, estoy vestida con uno de mis pantalones de pijama y un top de tiras, a pesar de la oscuridad reconozco el lugar, es la casa de seguridad a la que nos dirigimos, salgo de la habitación y camino por el pasillo sin encontrarme a nadie, mi brazo derecho está sostenido por la misma venda de mi hombro y contra mi pecho y no hago ni el intento de moverlo, bajo las escaleras rápidamente lo que me causa un repentino mareo, me sostengo del barandal de las escaleras pero siento que mi cabeza da vueltas, respiró con dificultad por unos segundos, camino a la sala principal y ahí están, los Grimaldi hablando entre ellos, Dilan con la mirada perdida al igual que Andrew, Nick con la mirada en su teléfono pero entre sus brazos está Lia, su cara está completamente roja y un poco hinchada, no veo a Asier por ningún lado, pero lo que más llama mi atención es ver a Noah con las manos esposadas muy agitado y a Naim viéndolo.

— Necesito que te calmes — Escucho decir a Naim, se muestra bastante paciente ante el comportamiento de Noah quien solo lo observa con desprecio.

Me termino de acercar, Lia es la primera en notar mi presencia, me sorprende verla salir de los brazos de su novio y correr hacia mi, su cuerpo choca contra el mío en un abrazo, mi hombro responde con dolor ante el choque pero lo ignoro, le respondo el abrazo con mi brazo izquierdo.

— Se las llevaron, Keith — Murmura Lia y aunque no está llorando parece estar a punto de romperse, no digo nada de inmediato, quiero bajar la cabeza en derrota pero me obligó a no hacerlo.

— Debes estar en la cama, Sturm — Naim se nos acerca y me observa con preocupación.

— Sabes que eso no pasara — Al hablar mi voz es un susurro débil — Necesitamos solucionar esto, ahora mismo.

— No mientras tú estés lesionada, solo te causarás más daño — Objeta él, Lia parece querer darle la razón pero en su lugar guarda silencio.

— ¿Donde esta Asier? — Pregunto ignorando sus palabras.

— Ve a tu habitación, yo lo buscó — Promete, y sale de la sala por uno de lo pasillo de la casa. Lia parece querer decir algo pero guarda silencio.

— Lo solucionaré — Prometo ante su silencio, ella solo asiente lentamente.

Giro sobre mis talones y comenzó a caminar cuando la voz de Noah me detiene — Permíteme dudarlo.