El camino a casa es rápido y tranquilo, el sol de medio día ilumina la carretera y los enormes bosques que la rodean, solo observó por la ventana mientras llegamos a Bonn y no acercamos a nuestro destino.
— ¿Ya que has perdonado? — Pregunta Benjamín con la mirada en el camino.
— No perdono, recuerdo con rencor — Declaro con humor — Pero admito que me has sorprendido últimamente.
— ¿Entonces si notas que he cambiado? — Pregunta con mucha duda en su tono de voz.
— Hasta el momento — Respondo indiferente.
— Siento que en parte lo asemejó con lo que pasó con Sasha.
— ¿Y desde cuándo tu sientes?
— No seas así, Damara.
— ¿Así como? ¿Real?
— Odiosa.
— Ja — Río sin humor — le estás pidiendo a un gato que ladre.
— Bien, entiendo el punto pero a lo que quiero llegar que es... Lo siento.
— Reiteró mi pregunta: ¿Desde cuándo tu sientes? — Pregunto con diversión, Benjamín voltea y me observa con el seño fruncido.
— No puedo contra ti, solo quería que supieras que de verdad estoy entregado a todos nosotros.
— Suenas suplicante ¿Me estás ocupado algo? — Pregunto fulminándolo con la mirada.
— Nosotros siempre ocultamos cosas ¿Recuerdas? — Pregunta con humor, yo solo río por lo bajo pero lo peor es que tiene la razón.
Ya puedo visualizar la casa desde aquí, y todo está completamente nublado y el cielo luce a punto de romperse a pesar del sol.
— ¿Por qué siempre que quieres sonar sincero estamos dentro de un auto? — Pregunto con diversión.
— La mayoría de las veces — me corrige encogiéndose de hombros, llegamos a la casa y Benjamín guarda la camioneta en el garaje subterráneo.
— ¿Cuáles llevaremos? — me pregunta Benjamín apenas bajamos del auto.
— Los que sean — Me encojo de hombros para restarle importancia.
— Bien, prepararé el Lamborghini Gallardo y el Aventor — camina hacia los autos y comienza a prepararlos, yo le dirijo al otro y hago lo mismo.
En menos de 20 minutos ya nos encontramos saliendo de la casa nuevamente, está comenzado llover pero algo me dice empeorará pronto, salimos de la ciudad y comienza a caer un diluvio sobre nosotros, en lo personal no me importa lo peligroso que es manejar bajo la lluvia y a Benjamín menos.
— Te veo lenta, Damara — Se burla Benjamín por el comunicador.
— ¿Acaso le tienes miedo a la tormenta, Sturm? — Pregunta para luego dejar escapar una risa ronca y divertida.
— Vale, te veo en la casa de seguridad, idiota — Dicho eso, hago un cambio y acelero rebasándolo y alejándome de su auto.
Escucho reírse a Grimaldi por el comunicador y por el retrovisor solo logró visualizar las luces de su auto gracias a la lluvia, hago otro cambio y me vuelvo a alejar de él.
Cinco horas después ya estamos estacionando los autos en la casa de seguridad, solo veo escoltas en las torres de vigilancia, algunos en las entradas de la casa y otros en el techo, supongo que los que estaban en el patio se recogieron por la lluvia, mi cabeza martilla en que los regañe, ya que no deben dejar sus puestos por algo tan estúpido como mojarse, estamos entrenados para estar en condiciones peores pero por el momento decido ignorarlos.
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Mañana y siempre.
Mystery / ThrillerTenia que irme, sino ellos hubieran sufrido innecesariamente por mi culpa, eso nunca me lo hubiera perdonado... Pero esta no es mi historia Es de todos nosotros... Un reencuentro. Un escape. Un viaje. Un secreto. Y ¿quien sabe?... Quizás un amor. La...