Cap 37. Pocas opciones.

27 6 7
                                    






Con la intravenosa en mi brazo me recuesto a un lado en la cama, Asier sale a ver cómo están todos, mi cabeza da vueltas al igual que mis pensamientos, siento como Naim se acuesta a mí lado y yo me acomodo sobre su pecho.

- ¿Te duele mucho, Sturm? - Me pregunta peinando mi cabello con sus dedos.

- El sedante ya está haciendo efecto - Respondo en un susurro débil.

- Quiero hacer una pregunta estúpida - admite con un poco de humor en su voz, yo suspiro y respondo:

- No estoy bien, mi cabeza me está matando y necesito recuperar a las chicas lo antes posible - Sueno enojada pero toda la situación me tiene muy cansada.

- Lo haremos amor - asegura completamente seguro.

- Se que lo haremos y será a cualquier costo - Sentencio, y aunque no puedo ver los ojos de Naim puedo asegurar que en este momento están llenos de preocupación. Se que me tiene miedo en ciertas ocasiones, le he dado muchas razones para hacerlo.

Tocan la puerta y luego de que Naim indica que pueden pasar Grimaldi entra y se sienta en una esquina de la cama.

- ¿Aún duele? - Pregunta y en sus ojos puedo ver una pequeña ráfaga de preocupación.

No duele tanto como mi pasado infierno.

- Para ser la bala número nueve está bien - Respondo con un poco de humor, el pecho de Naim se mueve en una risa y Grimaldi muestra sus dientes blancos en una sonrisa torcida.

- ¿Se supone que tenemos que celebrar la numero diez? - Pregunta Naim con humor.

- No después de que dos fueran culpa de ustedes - Resoplo mirando los ojos de Grimaldi que brillan en diversión.

- Tu también nos has disparado a nosotros - Contradice Naim encogiéndose de hombros.

- ¡Pero no apropósito! - Me quejo haciendo un puchero.

- Esa cara tierna no funciona con nosotros, piccola.

- Eso no es cierto - Se ríe Naim - Claro que lo hace, con todos nosotros.

- Como olvidar que vivimos en una manipulación totale - Total. Grimaldi hablando exagerando un poco.

- No los manipuló - me quejo haciendo un puchero - Al menos no apropósito.

- Eres mala y lo disfrutas - Concluye Naim y Grimaldi se muestra de acuerdo.

- Ustedes lo disfrutan más, por qué si no allí está la puerta - señaló con mi brazo izquierdo la puerta de la habitación - son libres y no tienen que soportarme más.

- No te soportamos... - Grimaldi deja la frase al aire y yo no puedo evitar reír.

- Por un segundo pensé que admitirías que me quieres - Susurró y lo observo a los ojos con malicia.

- Non lo ammetterò, piccola - No lo admitiré, pequeña. Grimaldi me guiña un ojo sin dejar de sonreír.

- Noi tutti facciamo cazzone - Todos lo hacemos idiota. Contradice Naim también en italiano, me causa gracia ver a Grimaldi haciéndole una seña Naim para que haga silencio.

Tocan de nuevo la puerta y está vez es Asier, se queda unos segundos observando a Grimaldi sin expresión alguna.

- Gilipollas - Susurra y se sienta junto a mi en la cama.

Mañana y siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora