LIES ⬖ ● RUBEGETTA ● ⬗

⬛️ 07 🟥

-Te preguntaba si ya has encontrado a alguien que te interese- dijo Merlón con una sonrisa cómplice en su rostro.
- ¿De qué estaban hablando? - en ese momento Vegetta entró a la sala, Rubius solo pudo sonrojarse ante la pregunta y con una mirada nerviosa miró a Vegetta como acto de reflejo, enseguida, Merlón se dio cuenta de lo que podía estar pasando entre esos dos.
-Bueno yo... voy a darle unas manzanas a Tupac, gracias por todo Merlón, te espero afuera Vegetta- dijo el de cabellos claros y, con un gran sonrojo que intentaba ocultar salió de ahí.

- ¿Qué ha pasado? - pregunta el de ojos lilas muy confundido por la reciente escena de la que había sido testigo.
-Nada, le he preguntado a Rubén sobre cómo se ha sentido hasta ahora en el pueblo y cosas parecidas- dijo Merlón.
-Ah vale- dijo Vegetta sin mucho interés.
-Y también le he preguntado si ya ha visto a alguien que le interese- dijo el anciano con tranquilidad en la voz mientras caminaba hacia su cocina.

El de ojos lilas se quedó sorprendido con las palabras de Merlón, ¿a quién habría nombrado el osito? ¿y si ya le gustaba alguien del pueblo? Pero no habría problema con eso ¿no? ¿entonces por qué estaba sintiendo una presión en su pecho cada vez que imaginaba al osito con alguien más?

- ¿Y qué te respondió? - aunque el de cabellos oscuros quería parecer tranquilo no podía, su curiosidad lo carcomía y Merlón pudo notarlo.
-La verdad no me dijo nada, tal vez deberías preguntárselo tú mismo- dijo el anciano para despedirse de Vegetta.

El de ojos lilas salió de la casa de Merlón y se encontró con una tierna escena: Rubius estaba alimentando a su caballo mientras le acariciaba el cuello, era realmente cautivador, una persona así no podría tener malas intenciones ¿o sí? Vegetta tendría que asegurarse.

Cuándo Rubius se dio cuenta de la presencia de Vegetta solo pudo darle una tierna sonrisa la cual hizo palpitar con fuerza al corazón del de cabellos oscuros, enseguida, el osito subió a su caballo y extendió su mano en dirección al de ojos lilas en forma de ayuda para que subiera con él, y así lo hizo Vegetta.

Después de unos momentos de conversación y risas, llegaron a donde próximamente estaría la casa del osito, cuándo llegaron a la zona, notaron que Auron estaba en el lago cercano con una caña de pescar, Rubius y Vegetta se bajaron del caballo para ir a hablar con "el loco del pollo", almenos así lo llamaba Rubius.

-Hola Auron- dijo Vegetta.
-Hola calvos, ¿qué hacen por aquí? - musitó Auron, envolviendo la cuerda de la caña de pescar.
- Pues íbamos a empezar a construir mi casa para ya tener donde quedarme hoy por la noche - dijo Rubius.
Los tres chicos se quedaron hablando por un rato, hasta que decidieron ayudar al de cabellos claros para construir su casa, de alguna forma habían logrado convencer a Auron de quedarse y ayudarlos, así que tenían que aprovechar.

La tarde pasó rápido, cómo la corriente de un río después de una lluvia torrencial, Rubius se despidió de sus dos acompañantes y entró a su hogar, empezó a organizar sus cosas en sus cofres, ahora ya tenía un lugar donde dormir y eso lo alegraba, sentía que tenía un nuevo comienzo, nuevos amigos, se podría decir que casi una nueva vida, sin embargo, los rastros del pasado nunca se disuelven, porque en el caso de Rubius eso no pasaría, la historia de su pueblo lo perseguiría, al menos hasta que sepa la verdad.
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                                                                     -Dx1oP-