Capitulo 10

659 100 20
                                    

Hyukjae.

Entre a la alcoba del emperador, con sus medicinas. Aquel viejo, estaba realmente enfermó. Había caído en la enfermedad que el mismo había ocasionado a los reyes legítimos.

—Aqui tiene señor. Beba sus medicamentos, así mejorará pronto.

—Consejero Lee. Mientras todos pensaba que estaba dormido, e escuchado los rumores. Dime, ¿es verdad que un asesino a sueldo se a colado a mi palacio?.

Me acerque hasta estar a un metro del emperador, quien me esperaba en espera de una respuesta, afirmativa o negativa.

—Es verdad, emperador Kang Ho-Dong. Desde que me enteré, no e dejado de buscarlo para darle fin. No se preocupe emperador, ya tengo conocimiento de quién, así que no tema yo mismo le daré su fin.

—Habla consejero Lee, ¿Por qué no le has dado fin a su vida?. Mi vida está en juego.

—Señor, por lo que sé el asesino está infiltrado con su grupo, se estima que son un grupo de entre cuatro y cinco personas. Si hacemos un movimiento en falso, el podría llegar a usted fácilmente. Debemos tener cuidado, y saber actuar, para darle fin de raíz.

—¿Sabes quién es?.

—Si, mi señor, e tratado de acercarme a el, y ser cercano, para poder darle fin a su vida, en cuanto baje la guardia.

—Muy bien consejero Lee, no me equivoqué al elegirte como mi mano derecha. Eres el hombre más fiel y leal que e conocido.

—Me honra emperador Kang.

Tome la charola donde estaban sus medicamentos, para retirarme de sus aposentos e ir a los míos. Al salir de la habitación me encontré con el príncipe sehun, quien me veía sin expresión.

—¿Es verdad lo que acabas de decirle a mi padre?.

—¿De que hablas príncipe?.

—Que sabes quién es el asesino. Si es así dime quién es, e iré ahora mismo a darle fin.

—No te preocupes por él, príncipe. Mi trabajo es darle fin a su vida, yo mismo, no es necesario que manches tus manos de sangre sin importancia.

—Es mi padre de quién hablamos, consejero lee. Dime quién es ahora mismo, es una orden de tu futuro rey.

Me mordí mi labio, debatiendome entre decirle quien era o no. Lastimosamente había caído en sus redes. Aquel despiadada asesina, me tenía a sus pies. Pero, aun sabiendo sus planes, ¿Sería capaz de matarla o dejaría que siguiera adelante?. Todos los días me hacía aquella pregunta, sin tener respuesta alguna.

—Lo lamento príncipe, aún siendo usted el heredero del rey, no puedo darle información privada de suma importancia. Con su permiso.— Pase aun lado de el

Caminé rápido en dirección a mi habitación para encerrarme en esta. Tenía que pasar mucho, para saber que movimiento haría a partir de ahora. Mañana sería la gran fiesta del rey, donde todas las personas del pueblo se reunirían. No sería agradable de ver, para la gente del pueblo ver morir a una persona.

—¿Que demonios debería hacer?.

Mirando el techo de mi habitación, me debatía entre detener a Haerín o dejarla seguir con su plan de asesinar al rey. Yo era el hombre más fiel al rey, desde que había despojado a la familia rey del trono, pero también era un amigo leal para el príncipe Jong Woon.

No tenía mucho que había descubierto quien era en realidad Haerín. Fue un día cualquiera cuando al vagar por el castillo, me tope con el príncipe Jongwoon. No pudimos hablar mucho por qué desataria habladurías entre los sirvientes, y con esto llegaría a los oídos del emperador. Fue entonces que comprendí que estaba más que propuesto a recuperar su trono, cueste lo que cueste. El rumor del asesino dentro del palacio fue lo que me hizo confirmar mi teoría. El príncipe estaba aquí para reclamar su trono.

Gracias a la desconfianza del rey a los anteriores trabajadores, que los había despedido, sino ahora mismo el plan de Jongwoon habría caído, pues lo hubieran reconocido.

—¿Debería luchar contra mi corazón?. Debería dejar de amarte Haerín. Te amo por lo que eres, y no por tu extraordinaria belleza de la cuál todos han quedado prendados, tanto así que el mismo príncipe está loco por ti.

Haerín era la chica que había estado esperando a que llegara a mi vida. Era la luz entre la oscuridad en la cuál el emperador me había obligado a estar, para mantenerme frío a sus malas decisiones.

Kyuhyun se reía constantemente de mi, al saber que había caído por una chica que jamás sería para mí. Alguien que le pertenecía al emperador.Pero, ahí estaba, muerto de amor por una mujer. Pero no cualquier mujer, sino de Haerin, la mujer más bella que ha conocido en todos sus años de vida.

—Tu antiromance duro lo mismo que unos bollos de chocolate a mi. — Es lo que kyuhyun había dicho cuando le había pedido un consejo.

Gimió agotado de tanto pensar, por lo que decidí acostarme a dormir. Mañana sabría que hacer a último momento, que fuera lo que el creador quisiera.











Estamos en el final de está historia muñequitas. Esperen por los últimos tres capítulos (o tal vez dos).

Haerin [Eunhae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora