Capítulo 27

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Dylan:

-¿Qué mierda es eso?

Un sonido a campanas sonaba por mí habitación.

-Mi alarma. -dice la voz recién despierta de Kevin.

-¿En serio, Kevin? Son las 12 del mediodía de un sábado, ¿Y tú tienes una alarma?

-¿Son las doce? -digo sentándome en la cama. -¿Qué haces tú aquí? -Diego estaba abriendo sus ojos a mi lado en la cama.

-Yo sabía, que eras gay, Dylan, yo juraba escuchar gemidos. -dice Francisco.

-Idiota.

Francisco estaba durmiendo en el sofá que estaba en un lado de mi habitación tapado con una manta, Kevin en el piso sobre un colchón, mientras que Diego y yo dormíamos juntos en mi cama.

-Safo. -dice Kevin parándose de repente de su colchón.

Antes de que preguntáramos que le picaba la puerta de la sala suena nuevamente.

-Safo. -decimos todos menos Diego.

-Diego, te toca.

-¿Qué cosa?

-Abrir la puerta.

Diego se despierta aún dormido y en boxer. Se va hacia la puerta arrastrando los pies y regañando.

-H-Hola, Diego.

-Uy.

Escucho la voz de Iara y de Zoe. Enseguida todos nos levantamos y nos vamos corriendo hacia el comedor, era demasiado tarde para cuando nos dimos cuenta que en realidad todos estábamos semidesnudos.

-Son más sexys de lo que pense. -dice Zoe coquetamente dirijiendole una mirada a Diego. Sigo sus ojos y me doy cuenta que también se despertó el amiguito de Diego.

-Cubrete eso, pervertido -le tiró unos shorts que habían en el piso y luego señaló al otro par. -Vayanse al cuarto y vistanse.

-¿Celoso, Dylan? -dice Zoe. -Tengo que admitir que tú tampoco estás nada mal.

-¡Zoe, ya hablamos el tema!

-¿Qué tema? -pregunto yo curioso.

-Nada.

-Tú.

Dicen Iara y Zoe a unísono.

-Ok, lo dejaremos por ahí, ¿Qué hacen aquí?

-Tenemos mis cosas en el coche de Zoe, te llamé en la madrugada para preguntarte si podía venir temprano con Zoe a traerlas y dijiste que si.

-Oh, eso lo explica.

-¿No te acuerdas?

-Digamos que dormido no soy una persona muy consciente.

-Ok, genio, bueno, los esperaremos aquí en la sala a que se vistan, digamos que no tengo muchas ganas de que mi amiga siga viendo algo que se te marca bastante.

Me dice Iara. Le tiró de la cintura para darle un beso de los buenos días pero nos separamos enseguida y yo me voy hacia mi cuarto.

Cuando llego la ropa de mi armario estaba toda por el piso, mi cama destendida y el colchón de Kevin colgaba por la ventana.

-¡Se caerá! -apenas dije eso y el colchón se fue en picada hacia la calle.

Asomamos los cuatro la cabeza por la ventana y ahí estaba el colchón, arriba de un contenedor de basura.

Mi Sol Después De La Lluvia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora